No arranca todavía “Dream Act” de Illinois
A casi un año de que entrara en vigencia, la aplicación de la medida es incierta y no se preveen grandes avances durante los próximos meses
CHICAGO – La ley Dream Act de Illinois, que entró en vigencia hace casi un año y que ha dejado significativos donativos, aún no funciona y quizá siga así en el siguiente año escolar, cuando inicie el apoyo financiero a estudiantes universitarios sin documentos.
Rigo Padilla, integrante de la comisión que aplicará la iniciativa local, comentó a Notimex que el camino para el funcionamiento de este logro de los jóvenes de Illinois ha sido difícil.
“Hemos seguido un proceso largo, primero definiendo cuáles leyes se aplicaban y cuáles no, y después buscando una organización que pudiera recibir, administrar y tranferir el dinero a las becas”, explicó.
El Dream Act local, que entró en vigor el 1 de agosto de 2011, cuando el gobernador Pat Quinn firmó la ley en un acto público, cuenta ya con recursos de donativos, incluido uno por 100 mil dólares de una empresa mexicana que se comprometió a entregar cada año la misma cantidad.
“Tenemos varios niveles de donativos, algunos de una sola vez pero de gran monto, compromisos para apoyar cada año, así como recursos reunidos a través de las comunidades” para apoyar a los estudiantes, precisó Padilla, sin mencionar la cantidad total.
Los recursos aún son pocos, dijo, para atender a la población a la que están dirigidos, la cual se estima en 95 mil estudiantes indocumentados que se beneficiarían de esta ley en el estado.
“Estamos en el proceso de definir cómo se elegirán a los beneficiarios, y seguimos buscando donativos para ayudar a un número mayor de jóvenes”, expuso.
En este proceso la comisión responsable de aplicar la ley Dream Act de Illinois, establecida en febrero pasado con siete integrantes, analiza también la posibilidad de ofrecer a los estudiantes otras opciones.
Entre estas otras opciones destacaría el acceso a programas de ahorro, becas directas de algunas universidades y la información sobre todas las oportunidades que existen para los jóvenes inmigrantes.
Padilla consideró que la reciente medida anunciada por el presidente Obama de frenar las deportaciones y conceder dos años de empleo a los jóvenes que califiquen para la Ley Dream Act ayudará al esfuerzo estatal.
Con la ley se “amplían las oportunidades, porque muchos jóvenes se han graduado con diferentes niveles y pueden aprovechar ese permiso de trabajo que sería renovable”, agregó.
Illinois fue el primer estado que aprobó una versión local de la Ley Dream Act (Development, Relief and Education for Alien Minors), el 30 de mayo de 2011, la cual se ha mantenido por años estancada en el Congreso federal, cuatro meses después California lanzó su propia legislación que sigue en proceso de aplicación.
“Estamos trabajando de manera coordinada con la comisión que existe en California para implementar la ley, pero para ambos estados es algo nuevo, así que tenemos contacto en cada paso para definir cómo hacerlo”, precisó Padilla.
Agregó que lo ideal sería que las becas Dream Act Illinois empezaran a funcionar en el año escolar 2012-2013, sin embargo, “lo más realista es que tendremos que esperar para el próximo”.
Padilla, un joven de 24 años, quien representa un símbolo en el movimiento de los “soñadores” de Illinois, es un estudiante brillante de la Universidad de Illinois en Chicago.
Llegó del occidental estado mexicano de Jalisco a los seis años y además de trabajar para ayudar a su familia, compuesta por su madre y dos hermanas, ha perseguido con dificultad su sueño de convertirse en abogado.
En 2009 fue detenido al salir de un festejo estudiantil y obligado a firmar su deportación. Un grupo de amigos de un colegio comunitario al que asistía y donde era el líder de los estudiantes latinos, empezó a promover su defensa por redes sociales.
Su activismo sumó apoyos de la comunidad, así como de políticos del estado y desencadenó el movimiento local de los jóvenes indocumentados en favor de la Dream Act, a los que ahora se les conoce como los “dreamers” o soñadores.
El gobernador Quinn distinguió este esfuerzo y lo nombró parte de la comisión encargada de administrar la aplicación de la Ley Dream Act local.
La Dream Act Ilinois no puede otorgar residencia legal a los jóvenes indocumentados del estado, pero sí organiza un apoyo económico privado para que sigan sus estudios superiores.