Invencible Liza
Liza Minnelli habla de una carrera en la que Broadway, el cine y el mundo del espectáculo se han rendido a sus pies
Hay tanto que es inconfundible en Liza Minnelli: su voz inimitable, su risa contagiosa, su entusiasmo, el parecido con su madre, Judy Garland, su extraordinaria trayectoria artística, sus desafíos personales, su infancia y adolescencia rodeada de la élite del mundo del espectáculo mundial (fruto no solo de la presencia de Garland a su alrededor, sino también de ser la hija del cineasta Vincente Minnelli)…
Es por ello, que cuando alguien dice “Liza”… todo el mundo sabe a quién se refiere: porque Liza solo hay una.
Este sábado, la intérprete de Cabaret (1972), New York, New York (1977) y Arthur (1981) –una de las pocas estrellas del mundo del entretenimiento que ha ganado los premios Oscar, Emmy, Grammy y Tony– regresa una vez más al escenario del Hollywood Bowl, donde actuó hace justo tres años, para repasar una carrera musical legendaria y, también, con el fin de presentar su nuevo álbum, Legends of Broadway: Liza Minnelli Live at the Winter Garden, una grabación que tuvo lugar durante una serie de conciertos que ofreció en enero de 1974 en Nueva York.
Debido a una unos problemas con los derechos de las canciones de Cabaret, el disco fue apartado del mercado y no es hasta ahora que ha hecho su reaparición en formato digital.
En él se incluyen clásicos como Liza With A ‘Z’, There Is A Time (Le Temps), It Had to Be You o If You Could Read My Mind, además de canciones del musical antes citado.
Liza May Minnelli –nacida en Hollywood el 12 de marzo de 1946, casada y divorciada en cuatro ocasiones– debutó a los tres años junto a su madre en el filme In the Good Old Summertime (1949), pero su primera aparición en Broadway no tuvo lugar hasta los 17 años. Poco después se convertiría en la actriz más joven en recibir un premio Tony teatral por Flora the Red Menace (1965).
Además, ganó el Oscar y el Globo de Oro por su sentida e inocente interpretación de Sally Bowles en Cabaret, de Bob Fosse.
‘¡holaLA!’ conversó con Minnelli recientemente, en una charla telefónica en la que la actriz y cantante demostró porqué aún sigue en la cima.
¿Qué significa para ti, desde una perspectiva personal y profesional, actuar de nuevo en el Hollywood Bowl?
¡Oh, Dios mío! ¡Es maravilloso! Es el escenario más famoso en la ciudad. Recuerdo cuando era una niña, fui allí a ver un concierto de George e Ira Gershwin. George era mi padrino. Escuchar sus canciones, una tras las otra, fue maravilloso.
¿Es más difícil actuar al aire libre que en un escenario cerrado?
A mí me encanta. Porque miro a las estrellas… y canto.
¿Qué has preparado para el concierto del sábado?
Es un show mucho más íntimo [que el de 2009]. Sólo me acompañan siete músicos. ¡Pero son maravillosos! Es más pequeño, pero lo prometo: las canciones sonarán a lo grande.
El nuevo álbum es un viaje emocional para el fan. ¿Es también para ti o te distancias de esa emoción?
¡Oh, Dios mío! Nunca me distancio de esas canciones. Yo creo en interpretar personajes para mi música, para cada canción. Y las canto como si nunca las hubiera cantado antes. Porque te garantizo algo: siempre hay alguien frente a mí que nunca me ha visto antes. Nunca puedes estar segura de que todo el mundo conoce tu música.
Es dif´ícil de creer que aún haya gente que te vaya a ver en conciertos sin conocer tus canciones…
Hay gente que no han tenido la oportunidad… Siempre hay alguien que no me ha visto. Y en esa persona es en la que siempre pienso.
Formas parte de una generación de show women, artistas que no solo cantan, pero también actúan en el escenario. ¿No crees que eso es algo que se está perdiendo en el mundo del espectáculo?
No lo sé… Quizás… ¿Te acuerdas cuando Andy Warhol dijo que todo el mundo tenía derecho a ser famoso durante quince minutos? Pues ahora todo el mundo lo es… pero durante quince segundos. Con todos esos shows en televisión, y esa gente que viene y va tan rápido… No hay tiempo para aprender las tablas. La tradición teatral solo viene de Broadway.
Son solo cantantes, pero no son artistas…
Exactamente. Es como el bailar. Siempre ha sido parte de mi show. [El letrista] Fred Ebb siempre escribió mis shows, y él era alguien que nunca había ido a un concierto antes. Así que cuando escribió el mío, ¡fue tan inusual! Fue Liza with a ‘Z’, que me estableció como artista.
¿Cuánta improvisación hay en tus shows?
Ahora, mucho.
¿Y aún te pones nerviosa antes de actuar o es algo que haces ya con los ojos cerrados?
No, nerviosa para nada, porque siempre mantengo una conversación con la audiencia.
Sigues en lo más alto tras todos estos años. Pero el negocio del entretenimiento ha cambiado mucho…
Oh, aún hay algunos de nosotros que continuamos. Y hay artistas nuevos que son intérpretes maravillosos como Madonna o Lady Gaga. Son artistas que actúan y lo que hacen en el escenario está muy bien planificado y es bueno.
Desde el exterior parece como si el mundo de la música fuera mucho más difícil que el del cine…
No tengo ni idea… ¿Tú que crees?
Me parece que actuar en directo durante meses debe ser muy exigente…
Todo depende del papel. Pero mi show está interpretado por un puñado de mujeres… a mí me encanta, lo adoro… porque si no fuera así, no lo haría [risas].
¿Cuál es el papel más desafiante que has interpretado en una película?
¡Oh, Dios mío! [larga pausa]. Creo que… The Sterile Cuckoo [1969, por la que fue nominada al Oscar y al Globo de Oro]. Fue la primera vez que quise formar parte del reparto de una película. Antes solo quería estar en Broadway.
Cine, teatro, conciertos, televisión… ¿cuál es el siguiente capítulo en la vida de Liza Minnelli?
¡¿Quién sabe?! Cada día hay algo nuevo.
Cuando escuchas la palabra ‘Minnelli’… ¿qué crees que significa para el mundo?
Significa buenas películas, inusuales, elegantes. Tanto los musicales como los dramas. También es gran teatro. Mi padre fue uno de los primeros [grandes artistas] en Broadway. Empezó haciendo vestuarios. Luego vestuarios y decorados. Después, vestuarios, decorados e iluminación. Y acabó dirigiendo y produciendo el show del Radio City Music Hall una vez por semana. ¿No es increíble? Luego pasó a Chicago, regresó a Nueva York, y entonces fue cuando pasó a Broadway y después, Hollywood.
Parece como si ya no hubieran carreras como esas… En aquella época parece como si todo fuera una novedad, un descubrimiento.
Sí, eso es verdad… Pero depende en lo que estés diciendo. Si hablamos de “descubrir” a gente en So You Think You Can Dance o Star Trek o como se llame [Star Search – risas], entonces sí hay nuevas estrellas cada minuto. Pero desaparecen rápido porque no tienen la experiencia. Yo empecé trabajando en los decorados. Los movía. Empecé desde abajo. Porque quise aprenderlo todo. Como mi padre.
¿Y lo has aprendido todo?
¡No! Quiero hacerlo todo otra vez y mejor.
Tus fans dirían que mejor, en tu caso, es imposible…
¡Oh, gracias! Siempre hay canciones nuevas, y nuevos bailes, nuevas formas de presentar las cosas. Ahora enseño Interpretación en el Actor’s Studio [de Nueva York]. Es muy interesante. Porque un estudiante se pone a cantar una canción y yo le pregunto: “muy bien: ¿dónde estás cuando cantas esta canción? ¿Qué estás mirando: árboles, la ciudad, el océano? ¿Qué estás imaginando? Es la primera vez que estás diciendo esas palabras: ¿qué es lo que quieres decir con ellas?”.
El secreto debe estar en la emoción.
Sí, creo que lo es. [La coreógrafa y bailarina] Martha Graham era tan maravillosa, dijo un día: “si no puedes cantarlo, actúalo. Si no puedes actuarlo, cántalo”.
¿Cuán feliz es Liza Minnelli en el siglo XXI?
¡Muy feliz! Me he roto la cadera, la rodilla, el tobillo… Pero… ¡todos siguen funcionando! [risas]. Sigo porque soy curiosa. La curiosidad es el mejor regalo que una puede tener.