Colores sagrados de Calixto Robles
Carlos Santana regresó al barrio de la Mission para apreciar la obra del oaxaqueño
Oaxaca, y los oaxaqueños, tienen una conspiración con el color.
Lo confirmé al asistir hace unos días a la exhibición de Calixto Robles –nativo de aquellos terrenos– en la librería Alley Cat Books (3036 de la calle 24 en San Francisco).
Jaguares con el símbolo de la Madre Tierra grabado en el hocico, ángeles vueltos pintoresca materia, budas en sagrada calma, mandalas que irradian una gama multicolor, son algunas de las figuras presentes en la obra de Calixto, como para universalizar los colores de Oaxaca.
Serán los textiles que elaboran las manos indígenas de aquella región con base en elementos naturales o los templos erigidos con cantera verde y rosada o los campos floridos o los cielos y nubes singulares o los listones en las trenzas negras de las mujeres. O la influencia del imponente Rufino Tamayo.
No sé. Pero algo tienen los oaxaqueños y el color.
Incluso Carlos Santana, el músico, es un declarado seguidor de la obra de Calixto. Llegó el día de la inauguración de la expo ahí al barrio de la Mission, para apreciar el trabajo del pintor.
Si no me crees, asiste a la librería de la calle 24, para que veas esta relación entre los oaxaqueños y la paleta pictórica. Aprovecha este viernes 17 de agosto, cuando Calixto y su esposa Alexandra Blum –quien también expone ahí mismo su trabajo–, impartan una charla a partir de las 6:30 p.m., al fondo de Alley Cat, donde está la galería.