Crisis alimentaria

La Gran Sequía puede traer inestabilidad económica y social

Una sequía severa en Estados Unidos ha golpeado las cosechas de maíz y ha hecho subir los precios hasta 60% en sólo dos meses.

“El repunte de los precios no sólo afectará el del pan y los alimentos elaborados, sino también el del forraje y, en última instancia, de la carne”, informó el Banco Mundial

El impacto ha alcanzado a los procesadores de alimentos, que incluyen Nestlé, Kraft y Tyson, los que ya advirtieron que le trasladarán los altos precios a los consumidores.

En tanto, la Reserva Federal de Kansas City afirma de que en 2013 los estadounidenses pagarán precios más altos de los alimentos en el supermercado

Esto, sin embargo, es solo el comienzo de las probables consecuencias inmediatas de la gran sequía. Los analistas ya advierten que los aumentos de los precios de alimentos también llevará a una generalizada agitación social y a violentos conflictos.

El precio del maíz y del trigo, dos de los granos que junto con el arroz constituyen la base de la alimentación de la mayoría de los habitantes, aumentó casi 50% desde junio pasado.

Según informó la ONG Intermón Oxfam, este aumento en los precios pone en riesgo la vida de más de mil millones de personas en todo el mundo.

En EEUU, los alimentos representan solo aproximadamente un 13% del presupuesto de la familia promedio, una parte relativamente pequeña, por lo tanto un aumento en los precios de alimentos en 2013 probablemente no resultará demasiado abrumador para la mayoría de las familias de ingresos medianos y altos.

Sin embargo, es probable que la Gran Sequía tenga sus efectos más devastadores en la arena internacional, debido a que muchos países dependen de las importaciones de granos de Estados Unidos.

Existe alarma de inestabilidad en África donde el maíz es su alimento básico.

En México, hasta julio pasado los precios de la canasta básica se habían incrementado 6.2%, los de alimentos y bebidas no alcohólicas 8.9%, y los de los productos agropecuarios 11.2%.

El alza en el precio de los alimentos en México, que se ha sentido en productos como tortilla, huevo, pollo y algunas legumbres, afecta más a la población de menores ingresos, que son los que destinan hasta 50% de sus recursos monetarios a la compra de comida, muestran datos oficiales.

Por otra parte, Michael Klare (Tom Dispatch, 8/8/12) augura que la gran sequía de 2012 tendrá consecuencias severas, con disturbios sociales generalizados y conflictos violentos.

Señala que el alza de los precios alimentarios revivió “las memorias de la crisis 2007/2008” que desencadenó revueltas, cuando el arroz, el maíz y el trigo tuvieron aumentos de precios de 100% o más, los precios fuertemente aumentados -especialmente para el pan- provocaron “disturbios alimentarios” en más de dos docenas de países, incluidos Bangladesh, Camerún, Egipto, Haití, Indonesia, Senegal, y Yemen

Esos aumentos de precios de 2007-2008 fueron atribuidos en gran parte al creciente coste del petróleo, que encareció la producción de alimentos. Al mismo tiempo, cada vez más tierra de cultivo en todo el mundo estaba siendo desviada de cultivos alimentarios al cultivo de plantas utilizadas en la producción de biocombustibles.

El siguiente aumento de precios en 2010-11 estuvo, sin embargo, estrechamente asociado con el cambio climático. Una intensa sequía afectó a gran parte de Rusia oriental durante el verano de 2010, reduciendo en un quinto la cosecha de trigo en esa región y llevando a Moscú a prohibir todas las exportaciones de trigo. La sequía también afectó la cosecha de granos de China, mientras intensas inundaciones destruyeron gran parte del cultivo de trigo de Australia. Junto con otros efectos relacionados con los extremos climáticos, estos desastres hicieron que los precios del trigo aumentaran más de un 50% y el precio de la mayoría de los alimentos básicos en un 32%.

Una vez más, un aumento en los precios de los alimentos llevó a una agitación social generalizada, esta vez concentrada en el Norte de África y Medio Oriente. El creciente coste de los alimentos básicos, especialmente, una barra de pan, fue una causa de agitación en Egipto, Jordania, y Sudán, indicó Klare.

En cuanto a la actual sequía en casa, las señales de alarma se encendieron el lunes pasado cuando el Departamento de Agricultura alertó de que las perspectivas para la cosecha de maíz y soja eran pésimas, debido a la peor sequía en medio siglo, y que eso estaba detrás del aumento de los precios de alimentos, causando más miseria para los agricultores y estadounidenses de bajos ingresos.

Si se hubiera tratado solo de una mala cosecha, ocurrida en un solo país, sin duda el mundo habría absorbido las dificultades y esperado una recuperación en los años por venir, dice Michael Klare.

“Por desgracia se pone de manifiesto que la Gran Sequía de 2012 no es un hecho aislado en una sola nación, sino más bien una inevitable consecuencia del calentamiento global que solo se intensificará. Como resultado, no solo podemos esperar más malos años de extremo calor, sino años peores, más calurosos y más frecuentes, y no solo en EEUU, sino globalmente en un futuro indefinido”.

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