Predicar a los conversos

Hay gente que ve un problema y busca la solución. Otros examinan el problema y ven una oportunidad. Si alguna vez se han preguntado por qué algunos asuntos nunca se resuelven, un motivo es que a algunos de los involucrados les conviene que no se resuelva.

Examinemos el debate migratorio. Hay demasiados grupos a los que sólo les interesa manipular los acontecimientos, influyendo así a los políticos y los medios para alcanzar sus propios objetivos.

El grupo de incidencia liberal America’s Voice, con sede en Washington, D.C., está interesado principalmente en elegir a los demócratas.

En 2008, poco después que se inaugurara esta oficina satélite del Partido Demócrata, su director ejecutivo, Frank Sharry -a quien considero un amigo, por lo menos durante tres de cada cuatro años- disparó al azar contra el senador John McCain cuando insistió que los electores latinos no emitirían votos a favor del candidato presidencial del Partido Republicano. Yo escribí una refutación, desafiando la idea de que un no-latino, como Sharry, se atreviera a hablar por los latinos. A Frank no le sentó bien.

Entre campañas presidenciales, la organización vuelve al medio del camino. Es allí donde me encontró.

En mayo de 2011, cuando ataqué al representante Lamar Smith, presidente republicano del Comité Judicial de la Cámara y uno de los críticos más directos de la inmigración ilegal desde el Congreso, por describir falsamente como suave la política de imposición de la ley migratoria del gobierno de Obama, cuando en realidad es la política más dura que se haya visto en medio siglo, Smith respondió escribiendo una serie de cartas al editor en las que afirmaba que yo había comprendido todo al revés.

En uno de los mensajes que America’s Voice envía, Sharry me defendió diciendo que Smith se “irritaba muy, muy fácilmente” y que el congresista “estaba inventando cosas”. Pero ahora, estamos otra vez en año de elecciones. Y cuando se trata del tema de la inmigración, son los demócratas y sus defensores los que se irritan muy, muy fácilmente e inventan cosas. Todo el que les señala un error se convierte en blanco -yo incluido.

Recientemente, critiqué al Partido Demócrata por manipular desvergonzadamente el tema de la inmigración en su convención nacional. Primero, los demócratas convirtieron a los estudiantes de la Ley DREAM en accesorios de utilería, sin reconocer que los que impidieron que se aprobara la ley fueron cinco senadores demócratas, en diciembre de 2010. (Los demócratas estaban en la mayoría y tenían 60 votos para vencer las maniobras obstruccionistas republicanas antes de perder un puñado de sus propios miembros). Después convirtieron a Bill Clinton en un defensor de los inmigrantes ilegales cuando fue Clinton el que militarizó la frontera EE.UU.-México en 1994 con la Operation Gatekeepers y quien, dos años después, firmó la Ley de Reforma de la Inmigración Ilegal y Responsabilidad del Inmigrante patrocinada por los republicanos, la que facilitó las deportaciones. (Aunque fue aplastantemente apoyada por los republicanos, la ley contó con los votos de 22 demócratas del Senado y 88 de la Cámara).

En respuesta a mi columna sobre la convención, America’s Voice me acusó de permitir que “mi instinto republicano” me dominara. Me quedaré sin tarjeta de Navidad este año, supongo.

America’s Voice y otras organizaciones parecidas en este momento quieren estar en control, tratando de convencer a los latinos -el 67% de los cuales votó a favor de Barack Obama en 2008- de que disculpen una política migratoria que ha consistido en decepción, deportaciones y engaños. También quieren cubrir las huellas de uno de los mayores obstáculos para la reforma migratoria -otra entidad que ayuda a elegir a los demócratas: los sindicatos.

Estos grupos de izquierda forman parte de la misma familia disfuncional. America’s Voice a menudo trabaja con la AFL-CIO, el poderoso conglomerado sindical que dirigió la lucha contra la Ley de Control y Reforma Migratoria de 1986, que concedía la amnistía a más de 3 millones de inmigrantes ilegales, porque los obreros se engañan pensando que los inmigrantes se apoderarán de sus puestos de trabajo.

Las dos organizaciones lanzaron recientemente “Own the Dream”, un sitio Web que se supone ayuda a estudiantes que son inmigrantes ilegales a solicitar el dulce para los electores latinos brindado por el gobierno de Obama en año de elecciones -la Acción Diferida para los que Llegaron de Niños.

Los grupos como America’s Voice no pueden hacer frente a esa verdad. Las únicas “voces” que desean oír son las propias.

Suscribite al boletín de Noticias

Recibe gratis las noticias más importantes diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain