“Me cambió por un videojuego”
Es creciente el número de parejas con conflictos a causa de que, generalmente el varón, prefiere usar los videojuegos en lugar de compartir tiempo y actividades con su otra mitad.
Platicar, ver una película o hacerle el amor a su pareja son actividades que muchos varones sustituyen por los videojuegos a los que son adictos.
“Tengo pacientes que dedican de cuatro a cinco horas de la madrugada a jugar videojuegos. Llegan del trabajo, cenan y después se instalan en el juego”, indica Claudia Sotelo, psicoanalista del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social.
Así que en lugar de aprovechar este tiempo para realizar actividades con la pareja prefieren jugar. “Ésta es una de las principales quejas de ellas”, menciona la especialista.
De acuerdo con Lucía Hefferan, académica de la Escuela de Pedagogía de la Universidad Panamericana de México, los conflictos entre las parejas han aumentado debido a este fenómeno.
Las especialistas explican que esta situación provoca que se dé una ruptura en la relación.
“En la noche, cuando ya no está presente el estrés del trabajo y las personas se preparan para descansar es cuando están listas para acercarse a la pareja y no sólo en el terreno sexual, sino también en el de la comunicación y el afecto. Obviamente también hay conflicto porque no hay intimidad”, alerta Sotelo.
Precisa que las mujeres también experimentan molestia por los recursos que sus parejas invierten en esta adicción.
“Gastan mucho dinero, pues se compran accesorios y equipo de vanguardia. Para las mujeres se trata de dinero que podría ser usados para otro bien en común”, indica la experta.
Hefferan menciona que ante esta situación las mujeres experimentan desesperación y frustración. “Se sienten poco queridas, lo cual tiene un impacto negativo en su autoestima”, advierte.
De hecho, asegura, existen foros en internet como , por medio de los cuales mujeres que se encuentran en la misma situación comparten lo devaluadas que se sienten.
Claudia explica que es más frecuente que los varones sean adictos a los videojuegos que las mujeres. Por cada tres varones adictos una mujer lo es.
Las especialistas comentan que además de los problemas con la pareja, los varones pueden sufrir daños físicos como afectaciones en la columna debido a que adoptan una mala postura por horas mientras juegan.
Las especialistas coinciden en que esta adicción por parte de los varones causa problemas en las relaciones de pareja, pero también es posible que los conflictos de pareja provoquen que los varones se refugien en los videojuegos.
De hecho, Sotelo ha detectado en terapia a pacientes que tienen resentimientos que han guardado por años.
“Están enojados desde el noviazgo y en lugar de expresarlo lo mantienen guardado y aparentan que todo va bien, al final terminan siendo adictos al videojuego”, explica.
Para Sotelo, una forma de lograr que la pareja se interese nuevamente en ella es mostrando interés por el videojuego para después conseguir que el varón se vincule nuevamente con ella y acuda a una terapia.
“Es fundamental que los varones traten esta adicción, porque si no lo hacen pueden cambiar de una adicción a otra”, indica.
Hefferan aconseja motivar a la pareja a realizar actividades juntos después de la cena.
“Tienen como opciones salir a caminar, leer un libro y luego discutirlo, ir a una reunión y asistir a terapia”, aconseja.
Lo ideal, precisa, es que el varón esté alejado de su objeto de dependencia, por lo que la especialista también aconseja deshacerse de la consola de videojuegos.
“En momentos de crisis, la pareja debe ser paciente y sobretodo motivar a la pareja a no dejar la terapia”.
Las mujeres también pueden leer sobre el tema y consultar los foros donde otras mujeres exponen cómo se sienten. “De esta forma no se sentirán solas”, menciona la experta.
La especialista comenta que esta adicción por parte de los hombres se vuelve más peligrosa cuando hay hijos, pues éstos pueden adoptar la misma conducta que el papá.
Las personas pueden identificar si son adictas a los videojuegos si:
-Invierten en ello más tiempo del que esperaban.
-Experimentan ansiedad, angustia e irritación cuando no pueden jugar.
-Cada día juegan durante más horas.
“Hay mujeres que justifican la adicción de sus parejas. Dicen: ‘Prefiero que pase horas jugando a que vaya a beber con sus amigos’. Al final la relación de pareja se ve afectada”.
Lucía Hefferan, académica de la UP