‘Alice’ es española

Es un espectáculo de Broadway, pero con la música y los bailarines de la danza clásica.

Se trata de Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (Alice’s Adventures in Wonderland), que este fin de semana debuta en Los Ángeles con el elenco del prestigioso Ballet Nacional de Canadá (NBC), que hace más de dos décadas no se presenta en la ciudad.

“Estamos súper ansiosos y emocionados de volver a Los Ángeles con esta producción que va a gustar mucho, porque tiene bailarines, marionetas, proyecciones, escenografía y otros elementos técnicos complicados”, dice vía telefónica a ¡holaLA! Sonia Rodríguez, la bailarina principal del NBC, quien representa a Alicia en esta adaptación del clásico cuento del escritor inglés Charles Lutwidge Dodgson, más conocido por su seudónimo de Lewis Carroll.

La obra, coproducida por el NBC y el Royal Ballet de Londres, se presenta durante tres días consecutivos (del 19 al 21 de octubre) en el Dorothy Chandler Pavilion, como parte de la décima temporada del Glorya Kaufman Presents Dance at The Music Center.

Alicia, el Conejo Blanco, El Sombrerero, la Oruga azul, el Gato de Cheshire, la Reina de Corazones y otros personajes popular cuento de Carroll estarán representados por los 70 bailarines del elenco del NBC.

La mega producción cuenta con la coreografía del prestigioso coreógrafo Christopher Wheeldon; la música de Joby Talbot; el estuario de Bob Crowley y los proyecciones de Jon Driscoll y Gemma Carrington.

“Me encanta hacer el papel de Alicia, porque me permite actuar como una niña, que ya no es tan niña porque ha entrado a esa etapa tan linda de la vida como lo es la pubertad”, comparte la bailarina de 39 años, nacida en Toronto (Canadá) y criada en España (país natal de sus padres).

La obra, que hizo su estreno mundial en 2011 con las zaparillas del Royal Ballet -en la Royal Opera House de Londres (Inglaterra)-, se presenta en esta urbe en tres actos.

El primer acto comienza tal como el tradicional cuento, donde Alicia aparece sentada en el jardín de su casa, aburrida, mientras su hermana le lee un libro tedioso. Ante el aburrimiento, la adolescente crea en su mente sus propias historias que la sumergen en un mundo surreal, que parece real, en donde al seguir a un conejo blanco -vestido con chaqueta y chaleco- hasta su madriguera cae en un túnel profundo. Durante la trayectoria de su caída se acuerda de su gato y todo lo aprendido en la escuela.

Los otros dos actos resumen las aventuras que Alicia vivió mientras se pregunta a sí misma si en algún momento llegaría nuevamente a pisar el suelo.

“Ha sido muy agradable trabajar bajo la dirección coreográfica de Christopher [Wheeldon], quien es una personaje muy divertida, y esto se refleja en el escenario con la actuación de cada bailarín”, denota Rodríguez. “Esta es una obra de mucha comedia y él se ha asegurado de que cada uno de nosotros desarrollemos representemos bien la personalidad decada personaje del cuento”.

Rodríguez está doblemente emocionada con el debut de Las aventura de Alicia en el país de las maravillas en Los Ángeles, ya que además de llevar sobre sus hombros el estreno de la obra en esta ciudad, ella también se presenta por primera vez en un escenario de esta urbe. “Esta es la primera vez que vengo a Los Ángeles como bailarina… Trataré de dar lo mejor de mí en el escenario”, promete la danzarina.

Rodríguez tuvo el primer contacto con el ballet a los cinco años, cuando vio por primera vez a unas bailarinas que danzaban en la televisión. A partir de allí, quiso vestir tutú y zapatillas de punta para “bailar como esas mujeres que se paraban de punta y parecía que estuvieran flotando”.

En aquel entonces, vivía en Madrid, ciudad donde empezó a tomar clases de ballet desde los ocho años con el profesor Pedro de la Cruz, quien al estar afiliado a la escuela Princesa Grace de Mónaco le facilitó presentar sus exámenes de ballet con la reconocida compañía.

Por su excelente rendimiento en las técnicas del ballet fue invitada numerosas veces a bailar como estudiante invitada con los bailarines profesionales de dicha compañía.

Con esta experiencia, y tras ganar el premio Cecchetti poco antes de cumplir los 17 años, a Rodríguez le llovieron ofertas de grandes compañías de ballet. Una de ellas fue la del NBC, que eligió tras la ilusión de retornar a la ciudad donde nació y donde tiene a la fecha muchos familiares.

“Fue algo emocionante regresar al Toronto que había dejado a los dos años”, rememora. “Y más emocionante el empezar mi carrera profesional de bailarina en una compañía tan prestigiosa como el NBC, donde a los diez años de estar bailando con ésta me hacen bailarina principal”.

Desde 2000, Rodríguez ha sido la columna vertebral del repertorio del NBC, que va desde La bella durmiente hasta Las Aventuras de Alicia en el país de las maravillas.

“Ser bailarina no es nada fácil… Pero, cuando uno nace para serlo, es una de las profesiones mejor recompensada a nivel personal”, asegura Rodríguez, con voz entusiasta y convincente. “Para mí, el estar sobre un escenario ha sido hasta el momento una de las experiencias más maravillosas de mi vida”.

Rodríguez compara esa “experiencia maravillosa” con la de ser madre de dos, así como la de ser la única bailarina española del NBC. Y, más aún, de ser “la única bailarina latina” que por más de una década ha sido la primera bailarina de la prestigiosa compañía.