Biden, cercano y sincero asesor
Tras graduarse de la Universidad de Delaware y de la Escuela de Derecho de Syracuse se convirtió en uno de los senadores más jóvenes de EEUU
WASHINGTON D. C (EFE). Locuaz, cercano y con 35 años de experiencia en el Senado y cuatro como vicepresidente, Joe Biden se ha convertido en un sólido pilar del Gobierno de Barack Obama, con quien volverá a presentarse a las elecciones del 6 de noviembre.
“En política exterior Biden es el vicepresidente de EEUU más poderoso en la historia junto con su predecesor, Dick Cheney”, afirma la revista Foreign Policy.
Biden acompaña a Obama cuando recibe la sesión informativa diaria de los servicios de inteligencia y en las sesiones semanales con la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el secretario de Defensa, Leon Panetta, en las que no duda en intervenir y posteriormente departir en privado con el mandatario para exponer con franqueza sus opiniones.
Y es que, según ha confesado el propio Biden que compitió contra el presidente Obama en las primarias de 2008 sólo puso una condición para aceptar ser vicepresidente: que “en cualquier decisión clave, económica y política pudiera estar en la habitación”.
Biden, un demócrata moderado dispuesto a tender puentes hacia la oposición para lograr leyes bipartidistas, es un gran negociador que ha ayudado a definir la estrategia de seguridad y las políticas de relaciones exteriores durante las últimas décadas.
Cuando Obama le pidió en 2008 que fuera su compañero en la candidatura, Biden era presidente del Comité de Relaciones Exteriores y su círculo más cercano temía que quedara reducido a un papel de “segundón” y perdiera su influencia en política exterior.
Sin embargo, su conocimiento del medio y su relación personal con numerosas figuras destacadas, además de su experiencia en política nacional, le han hecho tener un papel excepcional como asesor y consejero de Obama, con quien ha forjado una sólida alianza.
En estos cuatro años ha jugado un papel central en las decisiones de la Casa Blanca sobre la política de EEUU con Afganistán, Rusia, China, Israel y el mundo árabe, y los expertos aseguran que su pragmatismo ha ayudado a fijar unas posturas más firmes y no tan ilusas como cuando llegó Obama al poder.