Los próximos “primeros 100 días”

¡Felicidades! La comunidad latina mostró su poder y su inteligencia el martes en las elecciones. Con gran rapidez ya vienen declaraciones a favor de una reforma integral de las leyes migratorias, inclusive de parte de algunos de los republicanos. Ahora nos toca mantenernos unidos, seguir adelante y no olvidarnos de la historia.

Los latinos constituyeron el único sector que salieron a votar más masivamente que en 2008, en la última elección presidencial. Un votante de cada diez fue latino/a. Ustedes proporcionaron un 71% de su voto al presidente Obama (y las latinas, 77%). Los que pudieron votar respaldaron a los que no pudieron, como una familia unida.

Pero los latinos tenemos una falla de carácter, que lleva siglos de existir. Con nuestra propia gente somos muy estrictos, pero muy liberales con otros. Pero la verdad del poder es simplemente esto: Si no lo utilices, lo pierdes.

No debemos olvidarnos de la historia. Hace cuatro años nos prometieron una reforma migratoria en los primeros 100 días. Demasiadas personas esperaban pasivamente a ver que iba a suceder. Luego se eligió un congreso republicano y ya no se pudo aprobar una reforma. Luego exigimos que el presidente utilizara sus poderes ejecutivos para poner fin a la avalancha de deportaciones, más de un millón. Pero nos dijo que carecía de tal autoridad. Al fin aceptó que sí dispone de la autoridad. El contraste fuerte entre la posición de Romney a favor de la “auto deportación” y en contra de la ley “DREAM”, a un lado, y la acción de Obama de dar un aplazamiento de dos años mas permiso de trabajo a los “soñadores”, ganó el apoyo del sufragio latino para el presidente, y con él, la reelección de Obama.

No debemos esperar hasta que el Congreso apruebe una legislación. Los republicanos mantienen su control sobre la Cámara de Representantes, por razón de la forma en que se han diseñado las fronteras de los distritos, a pesar de que mas personas dieron sus votos a congresistas demócratas que a congresistas republicanos. Ahora se está insistiendo que Obama entre en un acuerdo con el congreso republicano, sobre una serie de temas. Esa clase de pacto puede resultar como aquel que hizo Clinton con los republicanos en 1996, que produjo la ley anti inmigrante de aquel año, que tanto sufrimiento ha causado, y otras cosas malas.

Debemos insistir que el presidente Obama utilice sus poderes ejecutivos para extender las los amparos de DACA para los soñadores para cubrir sus padres, y también los padres indocumentados de ciudadanos estadounidenses, hasta el momento que en el Congreso se logre aprobar una reforma integral. No debemos aceptar más deportaciones y separación de familias. Nuestra comunidad ya habló, y hemos ganado, también, los corazones de la nación. El empate político en el Congreso no debe prevenir que el presidente reconozca el consenso nacional, expresado en las elecciones, sobre su política de su primer plazo sobre deportaciones y la separación de familias.

Debemos usar la voz que hemos ganado con nuestro voto en los asuntos de la nación, para expresarnos sobre otros temas. No debemos olvidarnos que el presidente excluyó a los indocumentados y millones de residentes legales de su programa de reforma sanitaria. ¿Ya seguirá hablando de la necesidad de excluir a los “ilegales” del cuidado de salud?

El apoyo del presidente a la “guerra en contra de las drogas” en México y Colombia ha causado 60,000 fatalidades, sin lograr parar el narcotráfico.

La presión que el presidente ha ejercido sobre el gobierno mexicano de hacer la vida difícil para los migrantes centroamericanos de Honduras, El Salvador y Guatemala ha cobrado cientos de vidas.

¿Y qué sucedió con el compromiso de “revisar el asunto del TLCAN”?

No debemos esperar cruzados de brazos para que pasen otros 100 días.

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