Motiva a tus hijos de la manera correcta

Tus hijos podrán parecerse muchísimo físicamente, pero cada uno es único y muy diferente del otro. Lo…

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Crédito: Stock.Xchng

Tus hijos podrán parecerse muchísimo físicamente, pero cada uno es único y muy diferente del otro. Lo que le motiva a uno, muy probable no le motiva al otro. Entonces, ¿cómo saber lo que motiva a tus hijos? Antes que nada, debes conocerlos bien, y eso incluye pasar tiempo con ellos, saber lo que les agrada y de la misma manera lo que les desagrada. Una vez conozcas bien sus gustos, podrás identificar sus necesidades particulares.

Por lo general, mientras tus hijos son pequeños, es muy fácil motivarlos ya que sus metas son muy fáciles de alcanzar, y las recompensas son tan simples como una golosina o un juguete. A medida que estos crecen los intereses cambian y los incentivos para la motivación varían desde pasar tiempo jugando su video juego favorito, o un nuevo teléfono móvil.

¿Qué tal, si desde chicos se acostumbran a recibir un tipo de recompensa diferente a la gratificación con algún objeto? ¿Cuán diferente serían las expectativas de estos si entre sus recompensas por un buen trabajo escolar, o por mantener su habitación ordenada, estos fueran de viaje a la biblioteca pública para retirar un libro de su género favorito?

Las recompensas que escojas para motivar a tus hijos a lograr sus tareas o metas, tendrán un gran impacto en la manera que ellos mismos se motiven en su vida de adultos. ¿Entonces, por qué no escoger incentivos que los motiven a mejorarse?

Tal vez el único incentivo que tengas para motivar a tus hijos sea solo tu tiempo, entonces, que ese tiempo que compartan juntos sea de la mejor calidad posible. Sin distracciones como la televisión, el teléfono y mucho menos la computadora.

Elógialos por las pequeñas cosas, los seres humanos respondemos positivamente al reconocimiento y nos resistimos a realizar cualquier actividad, incluso a aprender cuando somos criticados. Recuerda que solo tú puedes determinar lo que mejor le conviene a tus hijos y lo que los motiva mejor. Solo ten bien presente que la estimulación positiva y los elogios, tienen mejores resultados que los castigos o las amenazas. La paciencia es una virtud, la cual será puesta a prueba cada vez que trates de aprender lo que motiva a tus hijos. Con tesón pero sin apuro, los hábitos y costumbres que desarrolles con tus hijos no solo los beneficiarán a ellos, también a futuras generaciones, ya que lo que bien se aprende nunca se olvida.

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