¡No quedemos fuera de la legalización!

Hace dos semanas un grupo bi-partidista de senadores y el presidente Obama dieron a conocer sus propuestas sobre la reforma migratoria. Se declaró por ambas partes que ya es hora de otorgarle un camino a la ciudadanía a los 11 millones de inmigrantes indocumentados.

El primer paso sería un programa de legalización que resultará en un estatus legal provisorio, después se solicita la residencia permanente y luego a la ciudadanía. Pero, ¿quienes podrán emprender este camino a la ciudadanía? Mientras el Senado y el Presidente trabajan en sus propuestas legislativas, tenemos que exigirles una legalización amplia y generosa para que nadie quede fuera.

Primero de todo, el programa de legalización y luego la solicitud a residencia debe abarcar a todo inmigrante que pueda comprobar presencia física en el país; al igual que se hizo en 1986 bajo la administración de Reagan. Por contraste, en la propuesta migratoria del 2007 por parte del Senado, se propuso permitir la residencia solo a inmigrantes que podían comprobar un empleo continuo. Esto es muy peligroso. Que pasaría con los miles de jornaleros, trabajadoras del hogar, busboys y otros que cambian de empleador a menudo, y para los cuales el trabajo no siempre es continuo?

Además, si la legalización esta atada al empleo, los patrones se aprovecharan a abusar más que nunca ya que uno no puede salirse del trabajo si quiere su residencia. Entonces pidamos una legalización y residencia basadas en presencia física y no basadas en el empleo. Segundo, debemos minimizar las multas y penalidades en el proceso de legalización. El plan de Obama, propone multas y penalidades para obtener el estatus legal provisorio y luego más multas y penalidades para solicitar la residencia.

Aunque sabemos que habrá ciertos costos administrativos, e incluso que van a requerir impuestos pagos; las multas y penalidades no deberían ser tan altas como para dejar gente fuera de la legalización. Por ultimo, tenemos que minimizar los obstáculos a la legalización por antecedentes de corte. Las leyes migratorias del 96 cambiaron drásticamente la definición de “crimen” en cuanto a consecuencias migratorias y aumentaron de unas 3-5 ofensas (crímenes serios) a mas 50 ofensas (incluyendo delitos menores) por los cuales uno puede entrar en proceso de deportación. También existen antecedentes de corte para personas que fueron detenidas en la frontera y para personas que fueron deportadas y luego regresaron.

Los mas probable es que el Senado de a conocer su propuesta migratoria antes del fin de este mes. Es ahora que tenemos que exigir una legalización amplia y generosa, para que nadie quede fuera.

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