Una nueva era
En apenas dos días los cardenales eligieron al sucesor de Benedicto XVI
EL VATICANO. La “fumata blanca” instalada en la capilla Sixtina del Vaticano anunció a las 11:06 de la mañana, tiempo de Los Angeles que la Iglesia católica tenía un nuevo papa. A partir de ese momento se puso en marcha un ritual que culminó con la bendición urbi et orbi que realizó el argentino Jorge Mario Bergoglio, el sucesor de Benedicto XVI a las miles de personas que desafiaron la lluvia y el frío en la Plaza San Pedro, a ciudad de Roma y a todo el mundo, luego de una sorpresiva decisión en la que se designó a un pontífice no europeo por primera vez en casi 1300 años.
Jorge Mario Bergoglio fue elegido nuevo Papa y escogió el nombre de Francisco. El nuevo pontífice, jesuita de 76 años, es el 266 Papa de la Iglesia Católica y el primero de América Latina.
Nació el 17 de diciembre de 1936 en la ciudad de Buenos Aires. Es hijo de un matrimonio de italianos formado por Mario (ex empleado ferroviario) y Regina (ama de casa).
Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969, desempeñándose como superior provincial de los jesuitas, entre 1973 y 1979, en plena dictadura militar, tiempos en los que le tocó reencauzar la misión pastoral de la orden religiosa fundada por San Ignacio de Loyola.