Moda de Pascua
Patricia Sturla / Especial para La Opinión
La Pascua ya está en la esquina y la moda que nos trae esta festividad es de lo más divertida, especialmente para las más pequeñas.
Los vestidos de Pascua se pueden utilizar para varias ocasiones especiales de primavera y verano; así que no tema comprar uno ya que servirá para diversos festejos.
Un vestido de niña de flores en primavera puede convertirse en un vestido de fiesta de cumpleaños durante el verano.
Un vestido de Pascuas es perfecto para estos eventos especiales de verano: una reunión familiar, un brunch o cena elegante, una boda de verano o, simplemente, una reunión con los amiguitos de peluche para tomar el té.
Las tonalidades de los vestidos de las niñas son variados y funcionan igual de bien para combatir el calor del verano. Los colores pasteles con su belleza suave son muy populares para las niñas que les gusta la discreción en el vestir. Los colores fríos, como el azul, melocotón, lila, amarillo son frescos y femeninos.
Sin embargo, los colores brillantes son siempre sus preferidos porque reflejan los vestidos de sus princesas favoritas; estos lucen muy bien con el contraste de telas suaves como la gasa y el tul, mientras los colores más pálidos y también el color blanco lucen mejor en algodón.
También están las telas elegantes como el chiflón y la organza que son telas blandas y adaptas para las niñas.
Los divertidos diseños estampados en los vestidos también invitan para disfrutar más la Pascua: lunares, flores, rayas, frutas y los dóciles animalitos que adornan los diferentes patrones de estos vestidos son disfrutados por las niñas. Agregar un vuelo de crinolina en el dobladillo para darle mayor holgura es un acierto y así el vestido será toda una sensación.
Para los complementos, coordinar los zapatos también es muy importante. Terciopelo y satén o de charol para telas más elegantes o sandalias para tejidos ligeros como el algodón y rayón.
Siempre tratar de coordinar una cinta o moño en el cabello.
Deje que su niña elija su traje para asegurarse que se sienta feliz el día de Pascua.