Final caribeña en el Clásico Mundial de Beisbol

Era difícil distinguir a los pocos aficionados holandeses porque el naranja de su equipo y sus banderas es el mismo que vestían muchísimos espectadores, enfundados en el tradicional color de los Gigantes. Sin embargo, el azul de los dominicanos se concentraba en los asientos a nivel de suelo, con dos porras que no dejaron de alentar a Quisqueya ni siquiera en los momentos en que los europeos dominaban 1 a 0 (hasta la parte baja de la quinta entrada). Llevaban el ritmo con tambores, alentaban con vuvuzelas, y se encendían cuando por la pantalla gigante del parque asomaba en vivo el grupo Pellejo Seco a puro merengue.

República Dominicana se vengó de su verdugo holandés, aquél que en el 2009 lo eliminó del Clásico. En la otra semifinal, Puerto Rico le ganó 3-1 a Japón el sábado.

Todavía era de tarde cuando El Mensajero encontró en lo más alto del parque a dos fanáticos con coquetas chamarras de Puerto Rico. Con ese hablar rápido y furioso que no perdió a pesar de sus treinta y un años en la Bahía, a Eddie Alvarado -“nacido y criado en Puerto Rico, en Coamo, lo mejor de la isla”- se lo veía contento “por el talento que traen a este torneo no sólo peloteros de las mayores, sino también de las ligas menores que conocemos de los distintos barrios y pueblos”.

-“Tremendo equipo tienen los dominicanos, porque si ves, desde el primero hasta el último, todos juegan en las ligas mayores”, admitió.

-Pero, ¿quién crees que va a ganar la final?

-“¡Los puertorriqueños, por supuesto!

Si atendemos a las estadísticas, el equipo con ventaja “psicológica” en la gran final será la República Dominicana, que ya se enfrentó a los boricuas en este mismo torneo y los venció en dos oportunidades: 4-2 en la primera ronda y 2-0 en la segunda. Además, los quisqueyanos llegan a la última instancia invictos (7-0). La prensa dominicana no dudaba en calificar el triunfo de este lunes, ante un Holanda formado por mayoría de peloteros de Aruba y Curaçao, como “brillante e histórico”. Lo de Puerto Rico, en tanto, es también muy meritorio: “se esperaba poco y nada -publicaba Fox Sports- de un beisbol que se ha sumido en marcado declive la última década, con menos y menos peloteros en Grandes Ligas”.

Después de todo, para la final hay un sólo pronóstico infalible: la Copa viajará al Caribe.