Inseguridad para turistas que visitan México
Violaciones a vacacionistas en Cancún generan grave preocupación
MÉXICO, D.F.— El turismo mexicano recibió cuatro golpes más en los últimos días en Cancún por las violaciones sexuales a cuatro extranjeras —dos de ellas springbreakers—que se suman a la mala fama que propagó el ultraje a seis españolas a principios de febrero en el puerto de Acapulco y a la inseguridad derivada de los cárteles del narcotráfico.
El perfil de las agresiones de las jóvenes vacacionistas tiene como común denominador el alcohol y la parranda, pero las consecuencias para la imagen del país que está a un paso de salir del ranking mundial de los 10 destinos más visitados pueden ser catastróficas.
Una coreana de 23 años denunció ante la Procuraduría de Delitos Sexuales del estado de Quintana Roo que fue atacada por un argentino a quien conoció en la discoteca; otra joven estadounidense oriunda de Pensilvania se convirtió en víctima dentro del baño del antro donde convivía con jóvenes desconocidos.
Las autoridades locales reconocieron también las denuncias de una italiana agredida por policías locales que la abordaron cuando orinaba en la vía pública junto con un acompañante varón y de una canadiense sobre la que no aportaron detalles.
Alrededor de 100,000 vacacionistas estadounidenses visitan cada año las playas mexicanas para las que representan una constante de divisas a pesar de las advertencias de inseguridad del Departamento de Estado de EEUU que este año incluyó en una nota de recomendaciones para el sureste de México, destino principal del turismo internacional y de los ‘springbreakers’.
“Muchos crímenes -incluyendo violaciones- ocurren comúnmente en México pero no exclusivamente en la noche o en las primeras horas de la mañana y a menudo involucran alcohol y el ambiente nocturno”, alertó el pasado 13 de marzo.
La descripción, aunque precisa, representa un golpe más para el sector ?tercera fuente de divisas del país con ingresos anuales de 22,000 millones de dólares- que está por salir del top ten de de la Organización Internacional de Turismo, según palabras la secretaria del ramo Claudia Ruíz Massieu.
La disminución de cruceros (15% en los últimos dos años) y de cruces fronterizos (5% en 2012) dejó a los ‘springbreakers’ en un sitio privilegiado en la apuesta nacional de recuperación del sector que enfrenta además de la inseguridad una fuerte competencia mundial con la apertura de nuevos destinos.
En días pasados, la afamada consultora estadounidense Standfort escribió un detallado informe con dedicatoria a los jóvenes vacacionistas a quienes pidió entender el riesgo que implica viajar a un país que mantiene operaciones contra el narcotráfico que involucran a miles de efectivos militares y federales.
“Algunas partes de México pueden ser descritas como auténticas zonas de guerra”, señaló.
Sobre Acapulco recordó que es la “ciudad más violenta de México” como resultado del colapso del cártel de los Beltrán Leyva; de Cancún detalló que “es un importante punto de entrada de drogas provenientes de Sudamérica en su trasiego hacia Estados Unidos” y a Puerto Vallarta describió como territorio de peleas de Zetas, Jalisco Nueva Generación y otros.
El presidente Enrique Peña Nieto anunció una inversión de alrededor de 8,000 millones de dólares para levantar el sector con la construcción de un tren transpeninsular entre Yucatán y Quintana Roo, una terminal de cruceros en Puerto Vallarta un túnel de ferrocarril en Manzanillo y un aeropuerto en Chetumal.
Similares proyectos de infraestructura promovió Felipe Calderón en el último año de su mandato en el que se propuso subir al quinto lugar de los países más visitados del mundo con resultados contrarios.
Para hacer frente a los bajos flujos de visitantes internacionales, algunos destinos turísticos venidos a menos apuestan hoy por el turismo nacional.
Con 50,000 habitaciones y más de 18,000 casas de alojamiento, Acapulco no recibe ‘springbreakers’ desde el 2009 y tras las violaciones a las españolas urdió un Torneo de pesca de Pez Vela con el cual pretende atraer a participantes de los estados aledaños, del DF, Michoacán y Oaxaca, pero los ánimos no son muy positivos.
“No habrá forma de frenar las consecuencias de la inseguridad hasta que no se acabe el principal cáncer que acosa al país y sobre lo que no se dice nada en los nuevos planes de gobierno: la impunidad”, alertó José Antonio Ortega, presidente del Consejo Mexicano de Seguridad Pública y la Justicia Penal.
