Pérez Molina niega papel en genocidio de Guatemala
El testigo Hugo Ramiro Reyes dijo ayer ante el Tribunal que juzga a Ríos Montt que el presidente guatemalteco estaba envuelto en las masacres de indígenas ocurridas en los años 80
GUATEMALA — El presidente guatemalteco rechazó hoy las declaraciones del testigo Hugo Ramiro Reyes en el marco del juicio que se sigue contra el ex dictador José Efraín Ríos Montt por genocidio y delitos contra los deberes de humanidad, y que lo implicaban en dichos crímenes.
“Es mentira, y no voy a hacer comentario sobre las mentiras que están diciendo”, dijo a la prensa el presidente Otto Pérez Molina. “No me voy a prestar a ese circo”.
Tras señalar que no conocía al testigo, Pérez Molina dijo que no emitiría comentarios “porque creo que son los tribunales los que tienen que dilucidar el juicio se está siguiendo contra dos personas, no contra mí. No voy a emitir opinión”.
Reyes dijo ayer ante el Tribunal de Sentencia de Mayor Riesgo “A”, que juzga a Ríos Montt y su jefe de inteligencia José Mauricio Sánchez, que “ellos, los militares, los soldados a órdenes del mayor Tito Arias, conocido como don Otto Pérez Molina, coordinaron la quema y el saqueo de la gente, para luego ejecutarla”.
El fiscal Orlando López se declaró sorprendido por la declaración del testigo, señalando que en su declaración previa Reyes “nunca dijo eso”. Ahora correspondía analizar esa declaración, añadió.
El presidente, ahora general retirado, era en los años 80 paracaidista y habría revistado en la Fuerza de Tarea Gumarcaj señalada por los informes de memoria histórica como responsables de masacres en el área ixil.
El viernes el Tribunal de Sentencia escuchó a peritos antropólogos que relataron los procesos científicos realizados en las exhumaciones de fosas clandestinas donde se enterraron a miles de indígenas.
Entre el centenar de personas en la audiencia había unos 15 indígenas ixil, a quienes miembros de las organizaciones defensoras de derechos humanos brindaban traducción simultánea del español a su lengua maya. Además de las organizaciones y la prensa internacional, seguía los debates un buen número de estudiantes universitarios.