Liga MX: Sentenciados en Querétaro
Cuando se quiere correr antes de aprender a caminar es muy probable que se sufran unas cuantas dolorosas caídas y esto lo sabe mejor que nadie el equipo Querétaro.
Hace apenas un año los Gallos Blancos estaban jugando en la Fiesta Grande del futbol mexicano y hoy se encuentran en la orilla del abismo del descenso.
Las decisiones de su directiva prácticamente han sentenciado a su afición a que una vez más asistan a La Corregidora para ver a su equipo jugar en el Ascenso MX, una historia ya demasiado familiar y frustrante.
Se requiere casi de un milagro para que los Gallos Blancos se salven e irónicamente el que de alguna manera ha contribuido a este dilema fue el entrenador que comenzó dirigiendo a Querétaro esta temporada, Sergio Bueno, que ahora se encuentra como vicepresidente deportivo en el San Luis.
Bueno ha sido el blanco de críticas por haber tomado ese cargo pero también se debe de considerar la mala jugada que le hicieron en el Querétaro al destituirlo de una manera muy irrespetuosa.
Bueno asegura que tres días antes de perder contra América en la fecha cinco ya sabía que Ignacio Ambriz lo reemplazaría, esto luego de que su directiva manejó de forma espantosa los permisos de varios jugadores extranjeros que tuvieron que salir del país en plena temporada para arreglar su estatus migratorio.
El equipo había comenzado bien pero en esos partidos donde se tuvo que jugar sin varios extranjeros clave se perdieron puntos valiosos que de haberlos conseguido hoy los Gallos Blancos estarían con buenas posibilidades de salvarse.
Pero el hubiera no existe y gracias a Adolfo Ríos, que encabeza la directiva del equipo y que no ha sido más que un títere que da la cara ante las decisiones desatinadas que tomaron los dirigentes Jorge Sánchez y José Luis Alvarado, la realidad del Querétaro es desalentadora.
Los Gallos Blancos ya no tienen el destino en sus manos: dependen de San Luis, Atlante, Puebla y Atlas para aspirar a una salvación.