NYPD abofetea a la comunidad latina

El 31 de agosto, 2010, un policía suspendido por falta de conocimiento al realizar reanimación cardiopulmonar (CPR). 3 de marzo, 2013, un policía es suspendido por golpear su hijo de tres años. 9 de marzo, 2013, un policía embriagado dispara su arma al aire y es suspendido.

23 de abril, 2013, el detective Hassan Hamdy quien disparó contra Noel Polanco de 22 años el 4 de octubre y quien además era miembro de la Guardia Nacional y no estaba armado al momento del incidente; fue absuelto por un gran jurado y no se impondrán cargos. Inclusive, el detective Hamdy se reportara hoy a trabajar con placa en mano y sin preocupación de perder su pensión una vez se retire.

Aunque fue una sorpresa para muchos y más para los familiares de la víctima, debe ser una sorpresa para los neoyorquinos que el NYPD no tomó y tomará acción interna para disciplinar su oficial. Ni siquiera un día de suspensión.

Qué normas utiliza la administración del NYPD para suspender aquellos miembros de la fuerza que han cometido infracciones menos graves en y fuera de servicio en contraste con las medidas tomadas por el comisionado Ray Kelly ante Hassam Hamdy, que hasta el día de ayer se ha lavado las manos con el asunto.

A raíz de todas las controversias que persiguen al NYPD recientemente y las que históricamente han desintegrado la confianza del público, especialmente entre la juventud latina y afro americana. Es preocupante que hasta el día de hoy el NYPD no tome una dirección hacia una práctica de cero tolerancias ante estos incidentes. La falta de transparencia de los procedimientos internos del NYPD se interpreta como un incentivo hacia el público para un reclamo hacia la creación de una oficina de inspector general.

Si un policía fue suspendido por no saber algo tan simple como realizar reanimación cardiopulmonar (CPR), el NYPD no debería emplear y poner la vida de los ciudadanos en manos de oficiales que en necesidad de un momento analítico y de cordura, le quiten la vida a una persona inocente por fallar las normas a seguir.

Aquellas medidas disciplinarias que de vez en cuando se han realizado en contra de aquellos oficiales que abusan de su posición y poder fue logrado a través de la presión pública para la rendición de cuentas en todos los niveles de la fuerza policiaca. Pero todavía no es suficiente cuando suceden tragedias como estas. Si nuestra juventud es víctima de “STOP AND FRISK” porque ayuda a disminuir el crimen, el NYPD debe empezar a “STOP and FRISK” internamente y empezar a reconstruir una confianza con el público al que le sirven.

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