Vecinos creían que secuestrador de Cleveland era gay

Los residentes de la avenida Seymore, en Cleveland, no tenían idea del infierno que se vivía dentro de la residencia de Ariel Castro, donde tres jóvenes permanecían cautivas desde hace casi 10 años. Y, como siempre lo veían solo, hubo quienes pensaron que sencillamente el desempleado divorciado prefería tener relaciones con varones.

“Creíamos que era gay porque nunca le veíamos con ninguna mujer” dijo a la agencia EFE Jovita Martí, hija de Aurora, la primera mujer que el pasado lunes escuchó los gritos desgarradores de Amanda Berry, una de las secuestradas.

Doña Aurora y Jovita Martí, viven en la casa situada enfrente a la de Castro en la Avenida Seymore. La madre relató que cuando escuchó los gritos “me acerqué corriendo… La chica me dijo que era Amanda Berry, pero yo le dije que no, que Amanda estaba muerta”, declaró Aurora mientras otro vecino confirmaba asintiendo con la cabeza.

“Entonces Angel (Cordero) que estaba a mi lado empezó a explicarle que rompiese la parte baja de la puerta con el pie y eso hizo Amanda. En cuanto la rompió empezó a gritar que estaba libre, agarró a su hija y se fue corriendo a la casa de Ana”, añadió Martí que reside en el vecindario desde hace mas de 40 años.

Un conocido de Castro al que entrevistó Efe, Ricky Sánchez, también dijo que nunca hubiera pensado algo así de él y aseguró que el jueves de la semana pasada estuvo en la casa y no vio nada extraño.

“Lo único es que mientras estaba allí apareció una niña de seis años y Ariel me dijo que era su nieta, lo que me extrañó. Pero tampoco tenía ninguna base para discutirle”, dijo Sánchez.

Sánchez, que estaba relacionado con Ariel porque ambos tocaban el bajo en grupos musicales, añadió que el acusado “es un gran actor. Nunca me pude imaginar nada así”.