Test: ¿Tu personalidad es dulce o provoca miedo?
Responde las preguntas y descubre cómo eres percibida por la gente a tu alrededor.
Muchas mujeres cuando eran niñas aspiraban a ser la hermosa protagonista de la historia que sus padres les leían por la noche, pero al crecer, por alguna extraña e incomprensible razón pasaron de ser la siempre bella y valiente Buffy la caza vampiros, a la temida Elle Driver, miembro honorario del Escuadrón Asesino Víbora Letal, de la famosa película Kill Bill 2, que sólo con verla sabes que es requete mala.
Lo irónico es que algunas de estas damiselas piensan que la gente las percibe como dulces, delicadas y amables heroínas de la vida real, cuando la verdad es otra. ¿Tú, das alegría o miedo?
1. Llega de visita un grupo de chiquillos a la empresa en la que laboras, y como los Niños Cantores de Viena están todos en la puerta de tu oficina, por lo que en cuanto los ves:
a) Como instructor militar, revisas peinado, uñas y repartes preguntas sobre cómo van sus calificaciones en la escuela, qué les parece la empresa y para rematar, al ver que reina el silencio, dices: ¿les comió la lengua el ratón?
b) Envías un ‘buenos días’ a la distancia, acompañado de una ligera sonrisa.
c) Encarnando a la mismísima Rosita Fresita, sales los saludas, repartes besos, dulces y les deseas un maravilloso día.
2. En todo centro laboral, no falta a quien le gusta andar montado en el papel de Miss Simpatía y saluda lugar por lugar a todos sus compañeros, comenta algo y se despide cual celebridad, ¿tú, como reaccionas al encuentro?
a) Aunque deseas en lo más profundo de tu corazoncito que jamás se acercara a ti, lo saludas con expresión de cara de póker y no das oportunidad de plática.
b) Intercambias un par de palabras y listo.
c) Siempre le dedicas algunos minutos y hablas de tantos y diferentes temas a lo largo de la semana con esta persona, que ya te sabes su vida y obra.
3. ¿Con qué frecuencia te enojas?
a) Tú no te enojas, ¡te hacen enojar!
b) De vez en cuando.
c) Casi nunca.
4. Y si te enojas, ¿salen fuegos pirotécnicos? ¿cómo reacciona la gente?
a) La mayoría pone cara de asustado –ternuritas-.
b) Te evitan por un rato, pero no pasa a mayores.
c) Poca gente te ha visto realmente enojada y tratas de tomarme tu tiempo para volver al relax.
5. Como juez famoso e implacable de un reality show, ¿calificas continuamente a las personas y nadie te llena el ojo?
a) Esa es la historia de tu vida, aunque ya estás harta del desgaste de decirle a todos las mejoras que deben de hacer desde su alimentación hasta el corte de cabello.
b) No lo haces cada 5 minutos, pero de vez en cuando para qué negarlo.
c) Definitivamente, evitas calificar a la gente por su apariencia.
¿Qué pasa? Si te hubiera conocido Meryl Streep seguro hubieras sido su inspiración para su personaje de Miranda Priestly en la cinta El diablo se viste de Prada. Es urgente que reflexiones sobre los modos en los que tratas a la gente porque estoy seguro que vives bajo la regla: Depende del sapo, la pedrada ¿verdad reina? Así que no hay mucha ciencia en el siguiente consejo, trata como quisieras que te trataran a ti, y quizá pasado algún tiempo se endulce un poco tu trato, lo cual puede impactar favorablemente en tus relaciones.
Vives entre azul y buenas noches, ni frío ni caliente, ni de un lado ni del otro. Mi hijita, esto no indica que estés mal o que sea necesario hacer algún cambio de actitud, para nada, mi recomendación es sencillamente que no vayas a caer en el ya sobrepoblado sitio del fingimiento social y por evitar algún problema, sonrías, mandes abrazos y hasta ‘besos a los niños’, cuando en realidad ni te interesa ni deseas. Siempre vigila que tu autenticidad jamás corra peligro y si en alguna ocasión tienes el deseo desenfrenado de ser Winnie Pooh, deschóngate.
Indudablemente lo tuyo es ser, como alguna cantante de los 90, la reina de los niños: eres amable y fácil en tu trato, por lo que seguramente tu club de fans aumenta minuto a minuto debido a que quien te conoce, se explaya y sin recato comenta sus más íntimas o incómodas situaciones de vida y confesiones. Los vecinos de tu oficina no sabrían qué hacer sencillamente sin ti. Mi consejo es que cuides tu corazón, además de que te cerciores por un lado de no empalagar con tanta dulzura y por otro, que las personas que reciben tu tiempo y cariño, realmente lo merezcan y de ser posible, te correspondan.
Colaboración de Fundación Teletón México
“La prudencia empodera tus palabras”
Bojorge@teleton.org.mx