No fue razón para matarlo
Las líneas fueron trazadas desde que fuimos conociendo los detalles del caso en la Florida hace más de un año. George Zimmerman mató a Trayvon Martin porque era negro. Según se iban conociendo los detalles, más convencidos quedamos. Para muchos nos fue fácil entender que a pesar de que la madre de Zimmerman es peruana, su hijo es uno de los muchos de los nuestros que viven con ansias de ser blancos. Aquí los hay de todas partes de América Latina y del Caribe.
George Zimmerman fue declarado “no culpable” por la muerte de Trayvon. Sin embargo, él sabe que no es inocente. El autodesignado protector de su vecindario ha sido amparado por una sociedad que en su mayoría tilda a personas como Trayvon de sospechosos por el color de su tez. La disputa ha de continuar. De hecho se anticipa que procedan cargos federales en contra del susodicho. Ahora se descubre que en una página de My Space en el 2005 Zimmerman escribió despectivamente de los mexicanos. Sin duda que Zimmerman tiene similar opinión de todos nosotros. El pistolero con licencia es uno de esos latinos que se odia a sí mismo por su ascendencia.
Mientras tanto los que tenemos hijos adolescentes, como el mío de 15 años, tenemos más claro que nunca que además del cateo de algún policía o de alguna pandilla de blancos llenos de odio, ahora tenemos que alertarlos de que hay latinos que son racistas. Siempre ha habido, y he conocido a algunos de los que se creen blancos y se esmeran por ser aceptados como anglosajones. Ahora tenemos que cuidarnos de los que se parecen a nosotros, pero que por querer ser aceptados no le niegan un tiro a cualquiera que se atreva a privarlos de ser aceptados como gringos.
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