Indocumentados piden en el Congreso fin de deportaciones
Inmigrantes en riesgo de ser devueltos a sus países reclaman su permanencia en Estados Unidos
WASHINGTON, D.C.- Personas con riesgo de deportación o quienes se han visto afectados por la política migratoria vencieron el miedo y llegaron a Washington para exigir un derecho que creen haber ganado: poder quedarse en el país.
El movimiento proinmigrante ha aprendido una lección valiosa. No existe nada más poderoso que la conexión a nivel humano y eso sólo se logra al narrar las experiencias que los han marcado.
Esa es la estrategia que más de 100 personas han aplicado desde el lunes, en diferentes reuniones con miembros del Congreso y su personal, organizadas por National Day Laborer Organizing Network.
Hombres, mujeres, niños, jóvenes sin papeles, dejaron sus empleos para estar en el Capitolio. Se trasladaron desde estados como Arizona, Connecticut, Georgia, New Orleans, Florida, Chicago y Vermont.
El grupo está exigiendo el fin de las deportaciones y ha apodado al presidente Barack Obama como “El deportador en jefe”. Desde el inicio de la actual administración se han deportado a más de 1,7 millones de personas.
“Viajé 40 horas para llegar. Vine porque quería representar a mi mamá Berta. Ella fue detenida por seis meses en Arizona cuando estábamos camino a California. Ella todavía tiene que ir a firmar. No sé qué va a pasar con ella y por eso estoy aquí”, aseguró Jeanette.
“Cuando era niña trabajé en los campos desde las 5 de la mañana a las 9 p.m. en Oregon. Nunca me voy a olvidar de los niños blancos que pasaban en el bus escolar y nos miraban a nosotros los niños de color recogiendo fruta. Eso me dolió mucho. Luego mi madre y hermanas nos mudamos a Portland y ahí pude empezar a ir al colegio. Comencé mi vida, antes era una esclava”, cuenta Rosa.
“No tengo documentos y trabajo en un restaurante. Estoy aquí para contar mi historia y ver si compartiéndola hacemos un cambio. Sé que me pueden deportar, pero no tengo miedo”, agregó.
El grupo realizó una protesta en la Casa Blanca y está exigiendo al Presidente que utilice su autoridad ejecutiva para detener las deportaciones ahora.
El mandatario ha insistido en que la única solución real para la población indocumentada es una reforma migratoria.