Asesino de Hialeah actuó por temor a “brujería”
El cubano Pedro Vagas llamó al 911 antes de la masacre para denunciar que le estaban haciendo un trabajo de brujería
Miami – El cubano Pedro Vargas, autor de una de las peores masacres en la historia del sur de Florida, antes de perder el control y ejecutar a seis personas llamó al 911 para decir que se sentía perseguido y que “le estaban haciendo brujería”.
Vargas llamó al número de emergencia 911 para dar a conocer su queja, pero no le hicieron caso porque su madre, una mujer de 80 años, tomó el teléfono y dijo que su hijo tenía problemas y estaba nervioso, de acuerdo con el reporte policial preliminar citado por The Miami Herald.
La anciana Esperanza Patterson le dijo a la operadora que no enviaran a los agentes a su departamento en Hialeah, debido a que había puesto en la comida de su hijo dos pastillas de Xanax, un poderoso calmante para la ansiedad.
Hasta el momento, estas son las probables causas que orillaron a Vargas, de 42 años, a cometer el peor asesinato en años en la historia de Miami.
El reporte indicó que Vargas, de 42 años, tenía complicaciones por un proceso judicial por enviar mensajes amenazantes a los empleados de una empresa que lo despidió.
El viernes, Vargas perdió el control y comenzó a quemar en su casa una gran cantidad de dinero y ahí inició la masacre luego que dos de sus vecinos fueron los primeros en caer, cuando acudieron a investigar qué pasaba con el incendio.
Luego Vargas fue al tercer piso del edificio en el que vivía y mató a una familia entera: Patricio Simono, su novia Merly Niebles, y la hija de ella, Priscila Pérez.
La otra víctima fue una persona que se le cruzó en el camino, Vargas fue abatido por la Policía cuando tenía a dos rehenes.