Hamburguesas de Los Ángeles llegan a Oaxaca (fotos)

Fernando López, fundador del restaurante La Guelaguetza de LA, pone en marcha Pink Burger en Oaxaca

El fundador de los restaurantes La Guelaguetza en Los Angeles, Fernando López, ya puso en marcha Pink Burger en Oaxaca.

El fundador de los restaurantes La Guelaguetza en Los Angeles, Fernando López, ya puso en marcha Pink Burger en Oaxaca. Crédito: Gardenia Mendoza / La Opinión

MITLA, México.— Así de sencillo: si Fernando López Mateo no supiera lo que es la tristeza melancólica por el recuerdo de la dicha perdida en su tierra, no sería el agudo empresario restaurantero que es hoy como fundador de La Guelaguetza, en Los Ángeles, y el novísimo Pink Burger, en este poblado ubicado a 60 kilómetros al sur de la capital oaxaqueña.

“La comida es siempre un remedio, un calmante para la nostalgia”, dice López con tanta seguridad como que desde el 11 de julio pasado es dueño del merendero al que acuden un puñado de añoranzas, desde oaxaqueños de retorno, repatriados o de retiro o estadounidenses aventureros o turistas.

Mitla alberga uno de los sitios arqueológicos zapotecos más concurridos del estado y es cuna de un afamado arte textil y arquitectónico que atrae a más de un norteamericano para montar su retiro o ver crecer a sus críos bajo el permanente sol del sur mexicano.

Justo enfrente a la mesa de donde López ofrece esta entrevista, una familia de cinco rubios que se mudó a Oaxaca hace 17 años hincan el diente a sendas hamburguesas bañadas en la salsa que creó un chef mexicano amigo del empresario, ganador del último concurso de aderezos de UCLA.

“Tengo la receta del Thousand Island Dressing más gringa de la región”, afirma López con los ojos encendidos por la emoción de descubrir un nicho de negocios que tiene como clientela, además de los gringos, un 70% de oaxaqueños que han radicado en Estados Unidos.

Desde la parrilla ubicada detrás de un cristal transparente, María de Jesús Monterrubio, mujer de López, dibuja una pícara sonrisa. La verdad es que ella gozaba viviendo en Santa Mónica con sus hijos, salir a caminar al monte, cuidar a su nieta de nueve meses… ¡pero su marido la embaucó!

Y mi deber como cristiana es seguir al esposo a donde vaya”, cuenta tras la narración de su hombre visionario que hace tiempo se buscó la vida como vendedor de mezcal por el sureste mexicano hasta que la crisis de los años 90 lo descapitalizó.

Con 33 años y cinco bocas que alimentar, emigró por primera vez a Los Ángeles, motivado por una de sus hermanas que lo llevó a vender productos oaxaqueños puerta por puerta.

El ex presidente de la Federación Oaxaqueña en Los Ángeles suelta una sonora carcajada de alegría. Entrecierra los ojos y sobre el impecable sillón de Pink Burger se inspira para acuñar un improvisado nombrete.

“Yo soy el Señor de la Nostalgia”, dice.

López, de 53 años, se retiró del restaurante La Guelaguetza, que llegó a tener hasta cuatro sucursales en sus mejores tiempos, cuando vio que a sus muchachos Paulina de 31 años, Bricia (27), Fernando (25) y Elízabeth (21) les gustaba la empresa. “Quise darle una oportunidad a mis hijos”.

Una “nueva aventura” ya rondaba por su cabeza mientras su calidad de residente le permitía un vaivén entre California y Oaxaca. Sabía que quería emprender algo, pero no qué.

La respuesta la obtuvo cuando vio a una niña mexicana convencer a su madre de comprar unas papitas en un puesto callejero. “Ahí había un producto para dos culturas, me dije, y voy a hacer algo en México tan bien como lo aprendí a hacer en Estados Unidos, con calidad, limpio y a buen precio”.

En esta nota

México

Suscribite al boletín de Noticias

Recibe gratis las noticias más importantes diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain