Esperanza de asilo

Dan luz verde para que sigan los casos de siete de los nueve 'dreamers' detenidos

Grupo de 'dreamers' posa cerca de la frontera con EEUU.

Grupo de 'dreamers' posa cerca de la frontera con EEUU. Crédito: Suministrada

Tras una entrevista preliminar en la que aparentemente se determinó que tienen un caso potencial de asilo por miedo de volver a México, siete de los nueve dreamers presos en el Centro de Detención Eloy, en Arizona, fueron aprobados para seguir sus casos.

Las peticiones de asilo de Lizbeth Mateo — la joven de Inglewood— y Marco Saavedra, seguían ayer pendientes, según fuentes de La Opinión.

La noticia se informó ayer luego de que un documento disciplinario interno filtrado a la prensa revelara que Lulu Martínez, de 23 años, había sido condenada a 15 días en una celda de aislamiento por “instar a una protesta pública” dentro del lugar.

El documento con el membrete “Corrections Corporation of America, Eloy Detention Center”, fechado el 2 de agosto, indica que Martínez fue procesada y condenada a 15 días en solitario por un incidente ocurrido en el comedor del centro el pasado 28 de julio.

Los nueve dreamers, que incluyen tres que salieron por su cuenta a México a mediados de julio, más otros seis que ya estaban fuera de Estados Unidos intentaron entrar al país el pasado 22 de julio en una protesta muy publicitada, están detenidos en Eloy desde entonces.

Este centro es una cárcel privada manejada por Corrections Corporation of America y bajo contrato por ICE (Control de Inmigración y Aduanas) para albergar a detenidos del sistema migratorio de Estados Unidos.

Los nueve dreamers, que incluyen tres que salieron por su cuenta a México a mediados de julio, más otros seis que ya estaban fuera de Estados Unidos intentaron entrar al país el pasado 22 de julio en una protesta muy publicitada, están detenidos en Eloy desde entonces. Este centro es una cárcel privada manejada por Corrections Corporation of America y bajo contrato por ICE (Control de Inmigración y Aduanas) para albergar a detenidos del sistema migratorio de Estados Unidos.María Peniche, quien estaba con Martínez, tambien se encuentra en celda de aislamiento no sólo por su participación en la presunta “protesta”, sino por severos problemas de depresión, de acuerdo con la página de Facebook de NIYA, Alianza Nacional de Jóvenes Inmigrantes, en la que se indica que Peniche está en “vigilancia por riesgo de suicidio”.

El documento disciplinario de CCA contiene las declaraciones de una guardiana del lugar que dice haber visto a Martínez “dando golpes en una mesa y gritando consignas, y pidiendo que otros lo hagan”. Añade que una cámara de vigilancia también grabó la escena y que “se ve a otras detenidas golpeando las mesas y aplaudiendo”.

Una declaración de Martínez en el propio reporte indica que la protesta tuvo que ver con la falta de acceso a llamadas que habían experimentado los detenidos. “Varias presas mujeres, incluyéndome, no habían podido hacer llamadas a nuestro abogado, familia o amigos… la guía del detenido indica que deberíamos haber tenido acceso a una llamada a más tardar 24 horas de pedir asistencia”.

Según Martínez, ella y Peniche anunciaron en voz alta durante la cena del día 28 el número de un hotline legal gratis que está disponible para obtener asistencia en caso de no tener ayuda legal. “También comunicamos que si nos trataban injustamente teníamos derecho a hablar… María Inés y yo dijimos ‘Sin papeles y sin miedo, las calles son del pueblo, ¿el pueblo donde está? Está pidiendo libertad'”.

Dominic Powell, portavoz de NIYA, explicó que los nueve están buscando asilo y ya tuvieron una entrevista preliminar que decidirá si su petición es viable y se les permite presentarla.

“Eso puede ocurrir en cualquier momento”, dijo Powell. “ICE ha tenido el poder de liberarlos desde el principio, pero si las entrevistas van bien, eso reforzaría el argumento para que los dejen en libertad”.

NIYA logró colocar en Internet algunos audios de llamadas desde dentro de Eloy, incluyendo una de Peniche, en la que indica que las aisladas tienen una hora al día para salir de la celda privada en la que le permitieron hacer la llamada. “Es sumamente frustrante, estoy atrapada en este cuarto casi 24 horas al día”, describe Peniche.

Portavoces de NIYA dijeron la pasada semana que había otras 70 personas en huelga de hambre, pero esto no se pudo confirmar ya que ICE lo negó y no hubo otras fuentes confiables. Otra mujer, que dijo llamarse Thelsa Celaya, de 41 años y madre de cinco hijos, cuya llamada fue grabada por la organización reportó que hubo un intento de huelga de unas 30 ó 40 presas, pero que se las amenazó con “echarlas al hoyo”.

“Llevo un año aquí, vivo en Estados Unidos hace 20 años y nunca he sido ladrona ni drogadicta ni borracha, solo soy una madre que quiere sacar adelante a sus hijos”, dijo la mujer. “estuvimos unas 30 ó 40 en huelga de hambre, pero los oficiales nos amenazan con el hoyo [aislamiento] y nos tratan como criminales”.

“Yo ya no aguanto más”, agrega Thelsa. “Las muchachas lo que piden es un trato justo, no somos ningunas criminales. Pero aquí vale más un perro que un ser humano”.

Según Martínez, ella y Peniche anunciaron en voz alta durante la cena del día 28 el número de un hotline legal gratis que está disponible para obtener asistencia en caso de no tener ayuda legal. “También comunicamos que si nos trataban injustamente teníamos derecho a hablar… María Inés y yo dijimos ‘Sin papeles y sin miedo, las calles son del pueblo, ¿el pueblo donde está? Está pidiendo libertad'”.

Dominic Powell, portavoz de NIYA, explicó que los nueve están buscando asilo y ya tuvieron una entrevista preliminar que decidirá si su petición es viable y se les permite presentarla.

“Eso puede ocurrir en cualquier momento”, dijo Powell. “ICE ha tenido el poder de liberarlos desde el principio, pero si las entrevistas van bien, eso reforzaría el argumento para que los dejen en libertad”.

NIYA logró colocar en Internet algunos audios de llamadas desde dentro de Eloy, incluyendo una de Peniche, en la que indica que las aisladas tienen una hora al día para salir de la celda privada en la que le permitieron hacer la llamada. “Es sumamente frustrante, estoy atrapada en este cuarto casi 24 horas al día”, describe Peniche.

Portavoces de NIYA dijeron la pasada semana que había otras 70 personas en huelga de hambre, pero esto no se pudo confirmar ya que ICE lo negó y no hubo otras fuentes confiables. Otra mujer, que dijo llamarse Thelsa Celaya, de 41 años y madre de cinco hijos, cuya llamada fue grabada por la organización reportó que hubo un intento de huelga de unas 30 ó 40 presas, pero que se las amenazó con “echarlas al hoyo”.

“Llevo un año aquí, vivo en Estados Unidos hace 20 años y nunca he sido ladrona ni drogadicta ni borracha, sólo soy una madre que quiere sacar adelante a sus hijos”, dijo la mujer. “estuvimos unas 30 ó 40 en huelga de hambre, pero los oficiales nos amenazan con el hoyo (aislamiento) y nos tratan como criminales”.

“Yo ya no aguanto más”, agrega Thelsa. “Las muchachas lo que piden es un trato justo, no somos ningunas criminales. Pero aquí vale más un perro que un ser humano”.

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