Entre escándalos la batalla por Distrito 34 en Brooklyn

Exasambleísta Vito López consigue respaldo a pesar de pasadas denuncias por acoso sexual

Antonio Reynoso (izquierda) es el candidato que más apoyo ha conseguido para el Concejo por el Distrito 34. A la derecha, uno de sus principales rivales Vito López.

Antonio Reynoso (izquierda) es el candidato que más apoyo ha conseguido para el Concejo por el Distrito 34. A la derecha, uno de sus principales rivales Vito López. Crédito: Cortesía

Nueva York — Vito López parece decidido a seguir los pasos del candidato para alcalde Anthony Weiner. El escándalo por acoso sexual que lo obligó a renunciar como asambleísta en mayo, no detiene su candidatura para concejal por el Distrito 34 en Brooklyn.

A pesar de llevar una campaña casi invisible, López continúa recibiendo respaldos en la comunidad, y lleva recaudados $110,000 en fondos privados y públicos, según datos de la Junta de Financiamiento de Campaña (CFB).

Sin embargo, su rival Antonio Reynoso, es el favorito. El ha recibido el aval de un sinnúmero de sindicatos y funcionarios electos.

Reynoso, exjefe de operaciones de la concejal saliente Diana Reyna, aseguró que López “le ha hecho mucho daño a la comunidad, y es un error elegir a alguien que ha sido acusado de acoso sexual“.

La congresista Nydia Velázquez, que apoya a Reynoso, lamentó que muchos ancianos y residentes en viviendas públicas sigan apoyando a López por sentirse en deuda con él. “La gente debe saber que esos proyectos fueron construidos con dinero proveniente del gobierno federal y del estado”, dijo.

“López siempre nos tiene en cuenta, y organiza actividades para nosotros los ancianos”, sostuvo Adolfo Gutiérrez, de 81 años, y residente en un edificio para envejecientes del área de Bushwick.

El Distrito 34 está compuesto por los vecindarios de Williamsburg, Bushwick y Ridgewood, el cual abarca parte del condado de Queens.

López, quien apenas aparece en actos públicos, y a diferencia de otros candidatos se limitó a responder vía correo electrónico, aduce que su trabajo como asambleísta en esa área durante casi tres décadas “habla por sí solo”, en cuanto al supuesto desarrollo y revitalización que logró.

El desacreditado exfuncionario centra su campaña en la vivienda. Señaló que bajo su administración logró la construcción de más de 6,000 unidades asequibles, y propone un plan para aumentar el requisito de incluir viviendas en nuevas construcciones del 20% al 40%.

Reynoso, quien lleva la delantera en fondos y ha recibido el apoyo de la mayoría de sindicatos, resaltó que su propósito es luchar por viviendas para familias de clase media. Actualmente, en Williamsburg, “sólo hay acceso para la gente muy pobre o muy rica”, argumentó.

Con una población de 158,000 habitantes –de los que casi un 55% son latinos-, el 34 es uno de los distritos del Concejo con más alta población puertorriqueña, seguida por dominicanos y una notable comunidad mexicana.

Sin embargo, un análisis del Centro de Investigación Urbana de CUNY del censo 2010, indica que la población latina en el área de Williamsburg, disminuyó en cerca de un 25% en los últimos años.

Gilda Álvarez, de 38 años, residente de esa zona, calificó de “invivible” la situación de su vecindario. “O se trabaja para el pago del alquiler o para comer, para ambas cosas no se puede”, se quejó.

Otros dos candidatos se suman a la contienda demócrata. El aspirante Humberto Soto, presidente del Desfile estatal puertorriqueño, defiende su candidatura, asegurando que no tiene “lazos políticos, y elegir a cualquiera de los otros candidatos sería seguir con los mismos”.

Soto dice que como concejal lucharía por mejorar la situación de la vivienda en su distrito. “Desde el Concejo, se pueden aprobar leyes más fuertes para penalizar a los propietarios de viviendas que cobran rentas abusivas, así como vigilar para mantener las rentas estables”, aseguró.

La otra aspirante al puesto es Gladys Santiago, quien no pudo ser ubicada para hablar de su plataforma política.

Hasta comienzos de mes, Tommy Torres participó en la contienda, pero según explicó, se vio obligado a renunciar. “Amenazas de desalojo contra mi madre me forzaron a preservar su salud antes que mi carrera”, alegó.

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