La política le ganó al periodismo

La Asociación Nacional de Periodistas Hispanos se volvió irrelevante como organización periodística esta semana, en su conferencia anual en Anaheim, California. Fundada en 1982 por un pequeño grupo de reporteros y editores, el propósito de la organización era constituir un grupo de apoyo, que presionaría a las empresas mediáticas para que contrataran periodistas hispanos y proporcionaran una mejor cobertura de la comunidad latina.

La organización se encontró en medio de un fiasco. Cuando la intimidaron, se rindió.

Recientemente, la organización se ha asociado con celebridades y se ha acercado a políticos. En Anaheim, un panel de electores latinos fue moderado por la notable experta política Eva Longoria, una de las copresidentas de la campaña de reelección de Barack Obama. Entre los demás panelistas se encontraban la presidenta y directora ejecutiva de Voto Latino, María Teresa Kumar, la representante Loretta Sánchez, demócrata por California, y el presidente de la Asamblea de California, John Pérez.

Pero quizás lo peor que ha hecho la organización es olvidarse de la esencia del periodismo: Pedir cuentas a los políticos y no recibir órdenes de ellos.

Díganselo a Héctor Barajas, un estratega político y exdirector de comunicaciones del Comité Republicano del Senado del Estado de California. Nacido en East Los Angeles y criado por padres inmigrantes indocumentados, Barajas, que tiene de 41 años, es una estrella ascendente en el Partido Republicano. Fue invitado a aparecer en el panel por Gadi Schwartz, reportero del Canal 4-KNBC en Los Ángeles y miembro de la NAHJ encargado de organizar a los ponentes del evento.

Nunca tuvo esa oportunidad. Su aparición fue vetada por Pérez, uno de los demócratas más poderosos del estado.

Según Schwartz, Pérez llamó el día anterior al evento para quejarse porque Barajas formaría parte del panel e insistió en que no participaría. Schwartz se mantuvo firme, por lo que Pérez pasó por encima de él y llamó a alguien de la directiva de la organización. Schwartz recibió la orden de comunicar a Barajas que ya no estaba en el panel. Lo hizo, pero no está contento con el resultado.

El presidente de NAHJ, Hugo Balta, productor de ESPN, confirmó que una persona de la jerarquía fue contactada por Pérez, pero no dijo quién había sido. Afirmó no saberlo.

Es difícil parecer no partidario cuando uno tiene un panel político sin republicanos. Entonces Pérez hizo una llamada de último momento al miembro de la Asamblea de California, Rocky Chávez, republicano por Oceanside, quien se avino a participar en el panel.

No asistí a la conferencia, pero vi parte de ella en trasmisión en vivo. Y según los que estuvieron allí y los informes de los medios, hubo poco que destacar.

El vocero de Pérez, Steve Maviglio, trató de enmarcar el asunto como un problema de publicidad falsa. Maviglio dejó en claro que Barajas no está a la altura de su jefe.

Quiere decir, ¿cómo Longoria?

Después lo puso en un contexto personal. Preguntó, “Si te invitaran a un panel con periodistas nacionales y encontraran un reportero del diario de una escuela secundaria, ¿no te alteraría eso?”

No, dije. Me enseñaron que cuando te invitan a una fiesta es mala educación tratar de determinar la lista de invitados. Vergüenza debería darle a NAHJ. Los periodistas hispanos se merecen una representación mejor que ésta.

© 2013, The Washington Post Writers Group

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columna RubenNavarrete

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