Habla hermana de hombre golpeado por policías en Long Beach
María Santos dice que su hermano Porfirio es esquizofrénico y que no le han permitido verlo en el hospital, porque está bajo custodia policial
Porfirio Santos López, el hombre golpeado el lunes en un aparente acto de brutalidad policíaca, padece de esquizofrenia, dijo su hermana.
“Desde hace mes y medio se le ha visto enfermo”, dijo María Santos, hermana de quien se encuentra hospitalizado tras la golpiza y las descargas eléctricas que le asestaron policías de Long Beach.
“No era agresivo, últimamente se le veía bien triste, se quedaba así bien triste y se ponía a llorar, estaba enfermo, tenía esquizofrenia”, comentó.
Porfirio Santos López, de 46 años de edad, es un inmigrante que desde muy chico llegó al país procedente de Moroleón, Guanajuato. Tiene tres hijos de 18, 15 y 13 años. En el vecindario de Long Beach donde lo golpearon, era reconocido como un jardinero trabajador.
Sobre las imágenes de la golpiza que están circulando en Internet y en la televisión, María dijo que no ha podido verlas por completo, ya que no soporta ver cómo los uniformados le dan macanazos y descargas eléctricas a su hermano.
Ningún familiar, ni siquiera el abogado, dijo María, ha tenido acceso al cuarto de hospital donde se encuentra su hermano, por lo que temen que su estado de salud sea muy grave.
“La policía no nos ha dicho nada, hemos ido al hospital cinco veces y no nos han permitido verlo, que porque está bajo arresto, pero tampoco al abogado le permiten verlo”, dijo.
El incidente ocurrió el pasado lunes alrededor de las 6:00 p.m. en la esquina de South y Locust, en Long Beach.
Varios testigos captaron en video de sus teléfonos celulares lo ocurrido y en ellos se observa a agentes policíacos que lo someten violentamente.
Una vecina del área publicó en YouTube su grabación, la cual generó enojo e indignación entre la comunidad y ahora dice sentirse acosada por los agentes policíacos que están merodeando su casa.
Varios testigos reconocieron que Porfirio Santos López se resistió al arresto y que tenía ya unas dos horas emborrachándose afuera de la licorería ubicada en la misma esquina.
“El señor estaba tomando con otros dos hombres y luego empezaron a pelearse, alguien llamó al 911 y empezaron a llegar patrullas”, contó un joven.
“Fue una golpiza brutal”, dijo una señora que también observó el incidente. “De verdad que se pasaron los policías, el señor ya estaba tirado y le seguían disparando con la pistola eléctrica y un policía, uno alto y güero, le daba macanazos en las espinillas”.
A decir de varios testigos, Porfirio Santos pataleaba por la reacción a las descargas.
Para Aaron Eaton, sargento de la policía de Long Beach, lo que se observa en el video no cuenta la historia completa, ya que aseguró que Santos golpeó a un par de agentes que atendieron la emergencia.
Aseguró que el hombre estaba bajo la influencia de drogas y alcohol, y actuó de forma violenta e irracional.
“En el video de YouTube se puede ver cómo está pateando a los oficiales”, señaló Eaton. “Le dieron instrucciones que se colocara con el estómago en el suelo y se dejara esposar, pero el sospechoso pateó a uno de los oficiales en la cara”.