Estudiantes de NYC ruegan al Papa por una visita
Alumnos y feligreses del colegio San Francisco de Asís, en Brooklyn, escribieron cartas para el Sumo Pontífice
Brooklyn — Estudiantes de un colegio católico en Brooklyn extendieron ayer una invitación al papa Francisco para que visite la capilla de su centro educativo.
El padre franciscano Brian Jordan ofició una misa en la capilla del colegio San Francisco de Asís, donde alumnos y feligreses, después que finalizó el oficio religioso, redactaron las cartas para al Santo Padre. También exhortaron a otros para que se unan.
El cura dijo que quizás, en el futuro, el Sumo Pontífice quisiera visitar la Ciudad de Nueva York, como lo hicieron Juan Pablo II y sus antecesores.
“Si el Papa viene a Nueva York, le pedimos si es posible que celebre una misa en esta capilla, ya que es la única universidad en el estado de Nueva York que se llama San Francisco de Asís”, indicó el religioso.
En el momento que los alumnos y devotos estaban redactando sus cartas, el padre Brian bromeó, diciendo: “Al final de la carta anoten su número de teléfono para que el papa Francisco los llame, pero ustedes pagan la cuenta del teléfono”.
El hermano Gregory Cellini contó que la idea de las misivas fue de los alumnos, ya que se sienten inspirados por la labor del Vicario de Cristo, el primer pontífice latinoamericano de la historia. Esperan enviar cientos de cartas.
El estudiante de actuación David Arthur, de origen hondureño-ecuatoriano, consideró que es necesaria la presencia del Papa en la Gran Manzana.
“Es fundamental que venga porque esta ciudad necesita la misericordia de nuestro Señor”, precisó Arthur.
Asimismo, la alumna italiana Romina Blido expresó que a pesar que ella no es católica considera que es muy importante la visita del líder nacido en Argentina.
“Soy ortodoxa. No obstante, creo es buena idea porque el Papa es universal y es importante que conozca la juventud neoyorquina“, señaló Blido.
A la cruzada también se unió la colombiana Luz María Gutiérrez, quien trabaja en el departamento de mantenimiento y limpieza del colegio.
“Aquí lo recibimos con los brazos abiertos”, dijo Gutiérrez. “Él es la alegría más grande que nos puede dar”.