Día de los Veteranos
En Estados Unidos, un veterano o veterana de las Fuerzas Armadas se suicida cada 65 minutos. La carga psicológica es solo uno de los efectos nocivos que tiene la acción militar sobre los hombres y mujeres que se enlistan para defender a este país y sus intereses, un grupo que típicamente representa a menos del 1% de la población general.
Nuestra sociedad apenas está empezando a reconocer cuán golpeados física y mentalmente regresan los cerca de 2.6 millones de veteranos de lo conflictos de Irak y Afganistán de los últimos 12 años.
Y pocos grupos sufren los estragos de la guerra como los hispanos. Mientras que el Departamento de Asuntos de Veteranos (VA) estima que el 15% de los veteranos sufren del síndrome de estrés postraumático (o PTSD), el porcentaje es más del doble el 39% para los latinos. Patrióticos y leales al país que los vio nacer o que los adoptó como inmigrantes los latinos conforman cerca del 13% de las Fuerzas Armadas del país.
Pero muchos veteranos inician una nueva lucha al retornar a sus comunidades. Demasiados se ven forzados a lidiar con la burocracia del VA para accesar servicios. La misma agencia admite que más de medio millón de veteranos tiene que esperar un promedio de 165 días para que sus casos sean procesados. Creemos que es una espera indignante.
Celebramos que este Día de los Veteranos será el último del conflicto de Afganistán, pero más allá de nuestro agradecimiento hacia esos héroes de una nueva “Gran generación”, nos parece que el gobierno debe eliminar las trabas que impiden que estos veteranos reciban atención completa e inmediata.
Como sociedad, debemos hacer más por reincorporar a estos patriotas, dándoles oportunidad de estudio y ofreciéndoles empleos. Y en un día como hoy, por qué no, extenderle un abrazo a un veterano o veterana y darles las gracias.
