Uruguay recuerda con el “grito que nunca fue” el gol mundialista de Ghiggia
Un repleto estadio Centenario de Montevideo recordó hoy con "el grito que nunca fue" el célebre gol de Alcides Ghiggia que supuso el triunfo de Uruguay en la final del Mundial de 1950, conocido como el 'Maracanazo'.
Montevideo, 20 nov (EFE).- Un repleto estadio Centenario de Montevideo recordó hoy con “el grito que nunca fue” el célebre gol de Alcides Ghiggia que supuso el triunfo de Uruguay en la final del Mundial de 1950, conocido como el ‘Maracanazo’.
Una hora antes del inicio del encuentro de vuelta de la repesca para el Mundial de Brasil 2014 de Uruguay ante Jordania, los miles de uruguayos presentes en el Centenario realizaron una cuenta atrás y con las imágenes del tanto de Ghiggia proyectadas en las pantallas del estadio gritaron un gol que cuando se produjo el 16 de julio del año 50 en Río de Janeiro no tuvo su correspondiente festejo.
En el centro de la ceremonia estuvo visiblemente emocionado el veterano Ghiggia, de 86 años, el goleador y el único superviviente de los jugadores que participaron en esa final.
“Me llega muy profundo revivir aquella época. Me hace lagrimear”, dijo Ghiggia ante los aplausos de su público.
Según explicó el octogenario ex jugador, que el año pasado sufrió un grave accidente de tráfico, en aquel momento en Brasil cuando anotó su célebre gol e hizo enmudecer a un anonadado Maracaná, sintió “mucha emoción” y la alegría por haber conseguido algo para su país.
“La gente tuvo en la época ocasión para celebrarlo. Y hoy voy a tener la suerte de festejarlo con la gente que está acá”, apuntó.
La idea de esta celebración surgió de una agencia de publicidad y fue rápidamente apropiada por el público que tenía previsto acudir al estadio a ver el encuentro de la Celeste ante Jordania.
Los uruguayos agotaron las entradas para este encuentro días antes incluso de que en el encuentro de ida en Amman su selección apabullara por 0-5 a los jordanos y dejara prácticamente sentenciada la repesca.
Este abultado resultado permitió de nuevo a los uruguayos soñar con repetir aquella gesta deportiva de 1950 el año próximo en los mismos escenarios y, a poder ser,ante los mismos rivales.