Círculos viciosos en Venezuela

Hace pocos días, la Asamblea Nacional le regaló al presidente Nicolás Maduro una “ley habilitante” otorgándole el poder de actuar por decreto presidencial. Maduro ahora tiene poderes dictatoriales, y no tiene que someterse a la vigilancia de la Asamblea. Los pretende usar para combatir lo que él llama una “guerra económica” contra la supuesta “burguesía fascista” que controla la economía.

Es un paso más en un camino que termina en una dictadura brutal –hoy por lo menos hay elecciones más o menos libres– o en un colapso.

No cabe duda que Maduro, y el chavismo en general, va perdiendo apoyo popular. Chávez ganó su último mandato, en octubre del año pasado, con una fuerte mayoría. Pero después de su muerte este año, Maduro casi pierde las elecciones. El 8 de diciembre habrán elecciones municipales, y es muy posible que muestren que Maduro ya no cuenta con una mayoría popular.

Su reacción es de aislarse del proceso democrático, adquiriendo poderes dictatoriales para no tener que depender de las instituciones que supuestamente representan la voluntad popular.

Sin embargo, ese impulso antidemocrático de Maduro, y del chavismo en general –Hugo Chávez tomó ventaja de una ley habilitante cuatro veces– produzca más descontento popular y otra rebaja en su apoyo popular. Sin duda, Maduro buscará adquirir mas poder por decreto, manteniendo en marcha un circulo vicioso.

Maduro tampoco será salvado por su manejo de la economía. Tácticas militares para controlar precios, invadiendo empresas acusadas de “sabotaje económico”, solamente producen más escasez, sea de aparatos electrónicos o de leche, lo que seguramente justificará mas invasiones militares, otro circulo vicioso.

Donde termina, nadie sabe. Estos círculos viciosos son insostenibles, pero Maduro muestra poca capacidad de reconocerlo. Por lo tanto, terminará convirtiéndose en un dictador con poco apoyo popular, o perderá poder tras un colapso político, quizás violento.

Cualquiera que sea, es el pueblo venezolano que sufrirá.