Marco Rubio persiguió prominencia nacional en 2013
El senador hispano enfrentará una dura pelea en 2016 si decide postularse a Presidente
Houston – El senador republicano por Florida Marco Rubio tuvo uno de los años más activos en su carrera en el 2013. Aunque las encuestas aún muestran números bajos en el caso de una eventual candidatura presidencial en el 2016, el legislador gozó de varios momentos que le dieron prominencia nacional. Para el 2014 necesitará reforzar su base de apoyo entre los conservadores.
El año comenzó con su selección para dar la respuesta republicana al discurso del Estado de la Unión, realizado por el Presidente anualmente. Rubio no sólo hizo noticia por su participación, sino por una inoportuna sequedad de boca que lo obligó a tomar agua en medio de su discurso.
“Dios tienen maneras divertidas de recordarnos que somos humanos”, comentó el legislador luego de que su imagen tomando agua se difundiera una y otra vez por todos los noticieros.
Este cubanoamericano realizó una movida política riesgosa en el 2013 cuando se unió al grupo de los ocho senadores que negociaron una reforma migratoria. En el proceso Rubio salió a defender la propuesta ante comentaristas de extrema derecha.
A puerta cerrada la relación con sus colegas fue complicada y quedó en evidencia con una simple broma. Al presentar la medida ante la prensa Rubio tomó el micrófono y dijo “cambié de idea” y el senador demócrata Charles Schumer le respondió “¡no otra vez!”.
En los últimos meses del año Rubio aseguró que en el contexto político actual, lo que se podía lograr sobre reforma migratoria eran proyectos de ley pequeños, en lugar de la propuesta integral, en que él trabajó.
Rubio también se destacó en 2013 por su oposición a Obamacare. Incluso presentó un proyecto de ley para eliminar un programa temporal incluido en la legislación.
A pesar de esto, en diciembre inscribió a su familia en uno de los planes de salud creados por Obamacare y aceptó un subsidio federal de $10,000 que algunos de sus colegas rechazaron. El senador se defendió diciendo que debe “cumplir con la ley aunque no esté de acuerdo con ella” y que el beneficio estaba disponible para todos los miembros del gobierno federal.
La última encuesta de Des Moines Register Iowa mostró a Rubio sólo con 26% de las preferencias, muy por debajo del 40% obtenido por el congresista Paul Ryan.