Máquinas de alimentos en EEUU deberán mostrar calorías
La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) publicará las reglas del proceso a inicios del próximo año como parte de las disposiciones de la reforma de salud
CONCORD, Nueva Hampshire — Las personas que usan máquinas expendedoras de alimentos estarán contando calorías, junto con su cambio, bajo las nuevas regulaciones de etiquetas incluidas en la ley de reforma de salud del presidente Barack Obama.
Requerir que la información sobre calorías sea mostrada en las, aproximadamente, 5 millones de esas máquinas en todo el país va a ayudar a los consumidores a tomar decisiones que ayuden a su salud, sostiene la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), que se espera publique las reglas finales a inicios del próximo año.
La FDA estima que el costo de los cambios para la industria de máquinas vendedoras será de $25.8 millones inicialmente y $24 millones por año después de eso, pero indican que si solamente 0.2% de los adultos obesos consumen 100 calorías menos a la semana, los ahorros para el sistema de salud serían al menos de igual magnitud.
Las normas se aplicarán a, aproximadamente, 10,800 compañías que operan 20 o más máquinas. Casi tres cuartas partes de esas empresas tienen tres empleados o menos, y su margen de ganancias es extremamente bajo, de acuerdo con la Asociación Nacional de Ventas Automatizadas. Una inversión inicial de $2,400, además de costos anuales de $2,200 es mucho dinero para una compañía pequeña que apenas gana unos pocos miles al año, dijo Eric Dell, vicepresidente del grupo.
“El dinero que se emplearía para cumplir con esta normas no se recuperará”, asegura.
Aunque las reglas propuestas darían a las empresas un año para cumplir, el grupo de la industria ha propuesto dos años y llamado al Gobierno a dar mucha más flexibilidad en la implementación de las normas. Algunas compañías pudieran usar sistemas electrónicos para mostrar las calorías, mientras que otras pudieran optar por etiquetas pegadas a las máquinas.
Carol Brennan, dueña de Brennan Food Vending Services en Londonderry, expresa que no sabe aún cómo va a lidiar con las regulaciones, pero no le gustan. Ella tiene cinco empleados atendiendo centenares de máquinas y dice que se verá forzada a limitar el número de productos que ofrece para que sus empleados no se pasen demasiado tiempo actualizando la información sobre calorías.
“Es indignante que tengamos que hacer eso en todo nuestro equipo”, agrega.
La FDA está elaborando además regulaciones para requerir que las cadenas de restaurantes con más de 20 localidades coloquen información sobre calorías, algo que algunas ciudades ya han dispuesto y algunas cadenas grandes de comida rápida han comenzado a hacer voluntariamente. Un estudio, en el 2011, en la Ciudad de Nueva York concluyó que apenas uno de cada seis prestó atención a la información, pero que aquellos que lo hicieron generalmente pidieron comidas con 100 calorías menos. Un estudio más reciente en Filadelfia no encontró diferencias.