Habla investigador del caso Tamayo

HOUSTON, Texas.— Eran las 4:31a.m. del 31 de enero de 1994 cuando Nelson Zoch recibió la noticia de que el policía Guy Gaddis, de sólo 24 años, había muerto en servicio.

En una maniobra arriesgada se hizo cargo de la investigación y ahí conoció el nombre del mexicano Edgar Tamayo. “Espero que recuerde lo que hizo cuando le llegue su hora”, asegura. La ejecución de Tamayo se realizará este miércoles.

El teniente Steve Arrington llamó de inmediato a la brigada de homicidios responsable del sector entre las calles Chimney Rock y Hollis en Houston. Fue ahí donde la patrulla de Gaddis se estrelló en el patio de una casa.

El oficial ensangrentado y moribundo tenía tres tiros en la cabeza. Existía un testigo, Jesús Zarco Mendoza, y unas cuadras más allá habían capturado a Tamayo ensangrentado, en estado de ebriedad y aún con las esposas en la mano, de acuerdo al reporte policial.

Aunque el jefe de policía de la ciudad de Bellaire estaba en el lugar, la jurisdicción del crimen era complicada porque estaba en los límites entre la ciudad de Houston y Bellaire. Zoch era teniente en el Departamento de Policía de Houston y asumió la responsabilidad de la investigación.

“Nosotros hicimos bien nuestro trabajo. No hablé con él cuando estaba supervisando la investigación, ya que asigné a otras personas para que lo hicieran. Me aseguré de que hubiera un investigador que hablara español trabajando con él para que no existiera una barrera lingüística”, dijo Zoch en entrevista con La Opinión. Los oficiales Jaime Escalante y Vicente García asistieron con las entrevistas.

El oficial detalló que les tomó entre 4 y 5 meses completar la pesquisa porque enviaron algunos investigadores a California, para que vieran las actividades criminales en las que Tamayo había estado involucrado allá.

Según el informe policial lo que ocurrió la noche del 31 de enero de 1994 después de que Gaddis detuviera a Tamayo por sospecha de robo, él logró quedarse con una pistola semiautomática .380. Camino a la comisaría el oficial se detuvo para realizar una llamada y en ese momento Tamayo le habría dicho a Mendoza que planeaba disparar.

Luego, cuando Gaddis volvió al auto y comenzó a manejar, Tamayo disparó la pistola en seis ocasiones, el auto se estrelló. Él logró salir y escapar pero el oficial O.R. Warren lo vio y arrestó nuevamente.

En el reporte policial también se especificó que Tamayo había dicho “que había sido difícil disparar esposado” y que “parecía orgulloso de sus acciones”. Pero en entrevista con La Opinión la tía de Tamayo, Socorro Martínez, aseguró que cuando lo vio luego del suceso, él le dijo que su último recuerdo era estar bebiendo en un bar.

“No existe mucha duda respecto a lo que sucedió. Estaba esposado y ensangrentado cuando fue detenido y la persona que iba al lado de él en el auto dijo que él lo había hecho”, dijo Zoch.

“Para mí no hace ninguna diferencia que él no recuerde nada. Tenemos un testigo que lo vio dispararle al policía. No me importa si recuerda o no, me gustaría que se acordara lo que le hizo a ese policía. Debería. Mató a un hombre joven con un bebé que ni siquiera había nacido”, concluyó.