Inician con temor los Juegos de Invierno en Sochi

Aunque el gobierno de Vladimir Putin asegura que todo está bajo control y que tomaron medidas para evitar ataques terroristas y contra los gays

El británico Jamie Nicholls intentando pasar la fase clasificatoria de la disciplina Slopestyle.

El británico Jamie Nicholls intentando pasar la fase clasificatoria de la disciplina Slopestyle. Crédito: EFE / JENS BUETTNER

Moscú, 7 feb – Las protestas en todo el mundo por la ley contra la propaganda homosexual en Rusia y los $50,000 millones de dólares que costará la organización del torneo han agitado las horas previas a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno, cuyo programa deportivo comenzó este jueves en Sochi.

Contra viento y marea, mientras arrecian las críticas, el gobierno de Vladimir Putin ha logrado convertir el principal balneario soviético y ruso a orillas del mar Negro en la capital mundial del deporte de invierno.

La llamada ritual a la tregua olímpica hecha por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, iluminó, la víspera de la ceremonia inaugural, el oscuro panorama de una competición que estuvo a punto de resucitar un boicot que ya sufrieron los Juegos de Verano de Moscú ‘80.

“Este es un momento de paz y armonía, respeto y entendimiento mutuo. Por eso los 193 miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptaron unánimemente que todas las partes en conflicto deben deponer sus armas al menos durante el período festivo y armonioso de los Juegos Olímpicos”, dijo Ban Ki-moon.

La tregua olímpica es una vieja tradición griega que fue restaurada en los Juegos de Barcelona de 1992 y recibió el respaldo de la ONU al año siguiente.

Sin embargo, la polémica troncal en torno a los Juegos, se centra en la ley contra la propaganda homosexual introducida en Rusia, que ha levantado oleadas de críticas en todo el mundo contra el gobierno de Vladimir Putin.

Ante las amenazas terroristas que se han producido en las últimas semanas, Putin ha dedicado grandes esfuerzos a garantizar al COI y a la comunidad internacional que en Sochi todo está bajo control y que no hay nada que temer, ni desde el punto de vista de la seguridad ni desde el de la discriminación de las minorías.

“Quiero asegurar que haremos todo lo posible para que Sochi sea un lugar hospitalario para todos los participantes y todos los invitados”, dijo Putin.

Algunos deportistas homosexuales han expresado su temor a la discriminación durante su estancia en territorio ruso, y otros se han mostrado dispuestos a escenificar su apoyo a las minorías sexuales.

Para prevenir tentaciones, el Gobierno ruso ha recordado que el COI y la carta olímpica prohíben las acciones o manifestaciones políticas durante las competiciones deportivas. Además, la seguridad de los Juegos, amenazados por la guerrilla islamista del Cáucaso, está garantizada, según el Kremlin, con decenas de miles de policías, buques de guerra, drones y baterías antiaéreas.

  • Participan cerca de 6,000 atletas
  • Delegaciones de 88 países dicen presente
  • Hay 98 medallas en juego en modalidades como esquí alpino, hockey sobre hielo, bobsleigh, biatlón o snowboard
  • Los presidentes de EEUU, Barack Obama, y Francia, Francoise Hollande, y el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, han anunciado públicamente que no acudirán
  • Sí confirmaron su asistencia los presidentes de China, Xi Jinping, y Ucrania, Víktor Yanukóvich, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, al igual que otro medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno, y varias familias reales
  • Los de Sochi son los Juegos Olímpicos más caros de la historia. Su costo supera ampliamente a los anteriores de Invierno, organizados por la ciudad canadiense de Vancouver ($8,300 millones), y también a los de verano de Pekín 2008, cuyo coste ascendió a $42,000 millones de dólares
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