La selección uruguaya tendrá paz y privacidad durante su “retiro” en Sete Lagoas
Con la elección de la ciudad de Sete Lagoas (Minas Gerais) como su fortín para el Mundial de 2014, la selección uruguaya buscó la paz y el sosiego que pueden convertirse en armas fundamentales para repetir la hazaña de 1950 de conquistar el título de la Copa del Mundo en Brasil.
Sete Lagoas (Brasil), 8 feb (EFE).- Con la elección de la ciudad de Sete Lagoas (Minas Gerais) como su fortín para el Mundial de 2014, la selección uruguaya buscó la paz y el sosiego que pueden convertirse en armas fundamentales para repetir la hazaña de 1950 de conquistar el título de la Copa del Mundo en Brasil.
Casi un mes antes de la fecha límite para escoger ante la FIFA los centros de entrenamiento, la Alcaldía de Sete Lagoas, municipio localizado a 73 kilómetros de Belo Horizonte, la capital regional, divulgó oficialmente en su página web que la ciudad de unos 200.000 habitantes será la “casa uruguaya” en el Mundial.
A partir del 9 de junio, cuando se espera desembarquen en la ciudad los “celestes”, figuras como Luis Suárez, Diego Forlán o Edinson Cavani, comenzarán a acostumbrarse a la rutina de desplazamiento entre el estadio “Joaquim Henrique Nogueira”, más conocido como Arena del Jacaré, y el JN Resort.
Cada ida y vuelta desde la concentración hasta el aeropuerto internacional de Confins, que opera para Belo Horizonte, tiene un trayecto de 60 kilómetros, que en condiciones normales de tránsito puede demorar una media hora, mientras que entre el hotel y el sitio de entrenamiento el desplazamiento será de veinte minutos.
No obstante, la carretera que une Sete Lagoas y Confins, conocida como MG-424, requiere de un mejoramiento de sus condiciones.
Las propias autoridades municipales admiten el problema, pero junto al Gobierno de Minas Gerais prometen la recuperación vial hasta la llegada de los uruguayos.
Los kilómetros entre un lugar y otro no parecen preocupar al dos veces campeón mundial (1930 y 1950), que para afrontar el Grupo D, conocido como el de “la muerte”, junto a Italia, Inglaterra y Costa Rica, apuesta por la paz y tranquilidad en Sete Lagoas.
“Ellos querían sosiego y aquí tendrán eso, con seguridad”, garantizó Joaquim Nery, propietario del hotel-hacienda en la que la delegación celeste estará hospedada.
El empresario recordó que el hotel se habituó a recibir “figuras” como Neymar, Adriano, Rogerio Ceni, que llegaron con sus equipos para disputar en Sete Lagoas partidos por la liga brasileña y la Copa de Brasil, principalmente cuando el estadio Arena del Jacaré relevó al Mineirao, de Belo Horizonte, que fue remodelado.
El local de 200 hectáreas ofrece a los jugadores y cuerpo técnico 71 cuartos individuales, que fueron reservados en su totalidad por la delegación uruguaya, pero que no estarán todos ocupados durante el Mundial.
El JN Resort tiene también un espacio para los tradicionales asados de carne, una costumbre de los uruguayos.
Entre las modificaciones que tuvo que realzar el hotel para recibir al último campeón de la Copa América y semifinalista del Mundial de Sudáfrica 2010, están la adaptación de un salón de eventos con capacidad para 600 personas y la instalación de un moderno gimnasio.
En el estadio, en tato, “vamos a hacer pequeñas adaptaciones, como reducir la visibilidad a partir de algunas casas localizadas detrás de las porterías”, con vallas publicitarias que impedirán la visión desde el exterior, explicó Verjânio Santos, gerente de Deportes del Municipio de Sete Lagoas.
Con la ayuda del Gobierno federal, el Arena del Jacaré pasa por una profunda remodelación de su estructura interna, como vestuarios, baños y salas de prensa.
Con una fuerte vocación industrial, Sete Lagoas espera también atraer a hinchas uruguayos, incluso los que no consigan entradas para los partidos que disputará Uruguay.
“La ciudad quiere vivir en ese clima de Copa del Mundo. Vamos a crear una estructura para hacer con que los uruguayos, otros extranjeros y brasileños de la región se involucren también”, señaló el secretario de Deportes de Sete Lagoas, César Maciel.
En total, serán 18 días de estadía de la “Celeste” en la ciudad, que puede pasar también para la historia en caso de que la selección uruguaya repita el resultado del Mundial de 64 anos atrás, cuando con un inesperado 1-2 derrotó en la final al anfitrión Brasil en el imborrable “Maracanazo” de Río de Janeiro.