Gobierno de EEUU evalúa extradición de “El Chapo”
Joaquín “El Chapo” Guzmán afronta numerosos cargos criminales por narcotráfico en ciudades como San Diego, Nueva York y Chicago, donde fue declarado “enemigo público número uno”
Washington.- El Departamento de Justicia de EEUU mantiene este lunes un hermetismo sobre cuándo podría solicitar formalmente la extradición del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, al indicar únicamente que el asunto será discutido con las autoridades de México.
“La decisión sobre si perseguiremos la extradición será asunto de más discusión entre Estados Unidos y México… Declinaremos hacer más comentarios al respecto en este momento”, dijo Peter Carr, portavoz de la División Criminal del Departamento de Justicia.
Carr no quiso comentar sobre el proceso de extradición ni si, de efectuarse, en qué tribunal sería juzgado el líder del cartel de Sinoaloa, quien afronta numerosos cargos criminales por narcotráfico en ciudades como San Diego, Chicago, donde fue declarado “enemigo público número uno”, Nueva York, y también en Texas.
“El Chapo” Guzmán, de 56 años, había escapado de una cárcel mexicana en el 2001 y, al contar con una extensa red de colaboradores, se le considera como un alto riesgo de volver a intentarlo.
Tras una operación que se fraguó hace un año, “El Chapo” fue capturado el sábado pasado en la ciudad de Mazatlán gracias a que las autoridades rastrearon un teléfono satelital que utilizó para pedir ayuda para escapar.
Su captura, lograda con la ayuda de EEUU, suscitó elogios de líderes del Congreso y de todas las agencias policiales en este país, que la pusieron como ejemplo de la estrecha cooperación policial entre ambos países.
El domingo en el programa “This Week” de la cadena televisiva ABC, el presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, el republicano Mike McCaul, señaló que aunque México tiene prioridad como país soberano para enjuiciar al narcotraficante, “él escapó de una prisión en 2001 y hay corrupción en ese país”.
Por ello, instó a las autoridades mexicanas a que lo extraditen a EEUU, donde sería trasladado a una prisión de máxima seguridad bajo fuerte vigilancia, y de donde “no podrá escapar”.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, siguió el tono del Departamento de Justicia, confirmando de hecho que las conversaciones ya están en curso.
“Como ha dicho el Departamento de Justicia, la decisión de perseguir la extradición será objeto de nuevas discusiones entre Estados Unidos y México… Esas conversaciones ya están en curso”, aseguró Carney, al indicar, no obstante, que la decisión final yace con el Departamento de Justicia.
Una vez que el Departamento de Justicia lo decida, el siguiente paso será que el Departamento de Estado transmita la solicitud de extradición a la cancillería de México.