Preocupa a hispanos de NY el fallo sobre “acción afirmativa”

Quienes aspiren a cursar estudios de grado o postgrado fuera de Nueva York podrían verse afectados por el fallo de la Corte Suprema

NUEVA YORK — Para Elena Jacome, estudiante del Hostos Community College, la decisión de la Corte Suprema que ratifica el derecho de los votantes de Michigan a rechazar los programas de acción afirmativa en las universidades públicas de ese estado es una muy mala noticia.

Esa determinación, dice la joven dominicana, “cierra cada vez más el círculo a los miembros de minorías que aspiramos a una mejor educación”. Jacobe quiere estudiar abogacía y aún no sabe a qué universidades aplicará, pero “definitivamente no será en ninguno de los estados en donde no esté vigente la acción afirmativa”, indicó.

Si bien es poco probable que el Estado Imperio siga el ejemplo de Michigan, los miles de estudiantes locales que como Jacome aspiren a cursar estudios de grado o postgrado fuera de Nueva York podrían verse afectados por el fallo del martes.

“Los jóvenes de minorías étnico-raciales que quieran seguir carreras en estados que pongan limites a la acción afirmativa se van a encontrar con verdaderos obstáculos”, indicó Juan Cartagena, presidente de Fondo de Educación y Defensa Legal Puertoriqueño – Justicia Latina (LatinoJustice PRLDF, por su sigla en inglés).

“La preocupación mayor es que con la decisión de la corte se le está dando luz verde a otros estados para que aprueben leyes similares”, agregó.

Lee Bollinger, presidente de la Universidad Columbia, manifestó, por medio de un comunicado, que “aunque el fallo de la Corte Suprema es ostensiblemente sobre la constitucionalidad de los referendos estatales, (…) presagia un debate público más amplio. Ahora más que nunca vivimos en una nación cuyo futuro depende de los programas y políticas que aseguren a todos nuestros niños estén expuestos a un mundo multirracial”.

Bollinger era el presidente de la Universidad de Michigan cuando Barbara Grutter, una estudiante blanca, demandó en 2003 a esa casa de altos estudios por no haberla admitido a la escuela de leyes a pesar de que sus calificaciones lo ameritaban, para dar preferencia en cambio a un candidato de minorías raciales. El caso, Grutter vs. Bollinger, llegó también a la Corte Suprema, que dictaminó —por la mínima diferencia de un voto— que las políticas de acción afirmativa eran constitucionales.

En 2006, una ley estatal que prohíbe el uso de criterios raciales en las admisiones universitarias fue sometida en Michigan a un referéndum; el 58% de los votantes apoyó la ley. Esta es la decisión refrendada el martes por la Corte Suprema.

Acción afirmativa es el nombre genérico de toda política o programa que ofrezca trato preferencial a un grupo étnico o racial que históricamente haya sufrido discriminación.

La jueza de la Corte Suprema, Sonia Sotomayor, una de los dos magistrados que falló en contra de respaldar a Michigan en la eliminación de la acción afirmativa, es un ejemplo de cómo estos programas pueden ayudar a las minorías. Sotomayor, nacida y criada en los projects de Nueva York, se graduó en Harvard y Princeton, dos de las más importantes universidades del mundo. En repetidas oportunidades, Sotomayor ha reconocido que la acción afirmativa ayuda a miles a ingresar a esas casas de estudio, pero que luego éstos deben ascender por sus propios méritos.

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