Celebran con procesiones y cánticos

Miles de fieles de todas partes del mundo asistieron a la Plaza San Pedro para presenciar la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII.

Miles de fieles de todas partes del mundo asistieron a la Plaza San Pedro para presenciar la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII. Crédito: NOTIMEX

Roma — Las procesiones, cánticos y oraciones de los cientos de miles de fieles que llegaron hasta Roma para la canonización de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII convirtieron a la Ciudad Eterna en una Iglesia a cielo abierto.

Las órdenes, grupos religiosos y parroquias llegadas desde todas las partes del mundo a Roma el fin de semana hacían sentir su voz y no había rincón de la capital donde no se preparan pequeños conciertos, se escucharan canciones o se rezara colectivamente.

Mientras que procesiones de devotos de Juan Pablo II o de Juan XXIII recorrían con sus fotografías las calles y plazas del centro de la capital.

Un grupo de jóvenes Legionarios de Cristo también llegaron al centro de Roma con una cruz de madera para que los peregrinos y turistas pudieran clavar en ella sus cartas con los ruegos a los nuevos santos y que hoy serían llevados a San Pedro.

Mientras tanto, miles de jóvenes acamparon en los aledaños de la Plaza de San Pedro y Via de la Conciliazione, la gran avenida que une Roma con la Ciudad del Vaticano, con sus sacos de dormir, guitarras, y pocas ganas de dormir, preparados para pasar la noche a la intemperie y conseguir un buen puesto durante la misa de canonización.

Otros “papaboys”, como se les llamó a la jóvenes que comenzaron a participar numerosos en la Jornada Mundial de la Juventud que convocó Juan Pablo II en 1984, esperaban que abrieran las doce iglesias romanas donde se vivió la “Noche blanca de la oración.”

No había invitaciones, ni entradas, por lo que los jóvenes quería ser hoy los primeros cuando a las 7.00 hora italiana se abrieron los accesos a la plaza.

Un grupo de jóvenes italianos del movimiento de los Neocatecumenales, fundados por el español Kiko Arguello, eligieron el porticado donde se encuentra la sala de prensa de la Santa Sede para pasar la noche y durante todo el día entretuvieron a fieles y a turistas con sus cánticos.

Un lugar estratégico, el pequeño porticado de Via de la Conciliazione, porque las previsiones del tiempo daban lluvia para hoy y los fieles de esta Iglesia a cielo abierto iban buscando cobijo.

Desde horas de la mañana, los peregrinos se mezclaban con los normales turistas que en estas fechas visitan la capital para entrar en la basílica de San Pedro con colas de varias horas de duración.

Las banderas de todo el mundo, las mismas que hoy se enarbolaron en la Plaza de San Pedro, fueron también circulando por la capital y se identificaron así a fieles procedentes de México, Argentina, Brasil, Chile, España, Estados Unidos o República Checa, pero también de Camerún y Uganda, todos ellas naciones que visitó Juan Pablo II en sus 104 viajes.

Pero sobre todo los más numerosos son los polacos, que llegaron en masa para participar en la canonización de su compatriota Karol Wojtyla.

La espera ante la ceremonia de hoy se convirtió también en una “caza” al recuerdo de este histórico día y las tiendas de los aledaños del Vaticano ofrecían todo tipo de “souvenir” de los papas santos.

Aunque uno de los recuerdos más codiciados, y sobre todo más baratos, eran los simples billetes del autobús, que el ayuntamiento de Roma emitió con la imagen de los papas para esta ocasión. Ya hoy, quien pudo entrar en la Plaza de San Pedro, recibió una de las más de un millón de estampitas con las imágenes de los dos nuevos santos y que la Obra Romana de Peregrinajes, institución del vicariato de Roma que se ocupa de la organización, imprimió para repartir entre los fieles.

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juanpabloii
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