Obama tiene que cumplir lo prometido
Este lunes participé en el segundo “Lunes Moral” frente a las oficinas de I.C.E. en Chicago. Era el día de los caídos, más de cien jóvenes cadetes uniformados marcharon en una formación perfecta coreando “DACA para todos”. Un hombre joven, que acaba de entrar a las fuerzas armadas, no ha visto a su padre durante 14 años porque lo deportaron a México.
Una madre cuya hija murió en la guerra en Kuwait le preguntaba al presidente por qué ahora pretenden deportar a su esposo.
Era un día de los caídos al revés, como estos jóvenes además de tener que pelear y hasta morir “por la patria” también tienen que pelear con el mismo gobierno para mantener unidas a sus familias.
Este día me hizo pensar de todos los otros días “al revés” que hemos visto. Nuestro pueblo tiene muchos días para festejar. Pero cuando las leyes quebradas de migración separan familias, cada uno de esos días no es de festejarse sino de tristeza y dolor.
¿Cuántos días de las madres los hijos lloran y padecen la tristeza de no estar juntos, a causa de estas leyes injustas?
¿Cuántos días del padre los padres lloran y los hijos padecen tristeza en una ocasión que debe ser de celebración?
Los cumpleaños son los peores. Cada uno de ellos hace destacar otro año para padres y madres que saben que no están con sus hijos, guiándolos y ayudándolos a madurar. Ponte a pensar en todos los días que más apreciamos: La navidad, el 12 de diciembre, Cinco de Mayo, y luego imagínalos bajo condiciones de separación forzada.
Por eso es que establecemos un nuevo día en los meses de mayo y junio, el lunes moral. El presidente Obama se comprometió en conversaciones con los congresistas latinos que, si el congreso controlado por los republicanos no actúa para parar las deportaciones para el 4 de julio a más tardar, él mismo tomará una acción decisiva para poner alto a la separación de familias.
Cada lunes vamos a reunirnos frente a las oficinas de I.C.E. en lo que llamamos nuestra “vigilia de la promesa” hasta el 4 de julio, recordándole al presidente que ESTA VEZ tiene que cumplir con lo prometido.
Como quien dijo, 2 millones de deportaciones es demasiado. Esta ley nos priva de la felicidad y rompe la columna dorsal de nuestra comunidad, que es la familia. Los tiempos económicamente duros, las drogas y violencia que rodean a nuestros hijos, tanto aquí como en México y América Central, prestan aún más importancia a nuestra unidad y la solidez de la familia.
El presidente tiene la autoridad de proveer “DACA” para todos y una libertad condicional de emergencia para los separados, permitiendo que regresen con sus familias. Tiene el poder de hacerlo con un plumazo.
Vengan todos a compartir con nosotros en estos “lunes morales”. Ayúdenos a levantar una “montaña moral” en la cumbre de la cual el presidente debe pararse para acabar con las deportaciones y con la separación de familias, si no actúa el congreso republicano para el 4 de julio. ¡Ayúdenos a corregir estos días de alegría para dejar de vivir “al revés”!