Asteroide ‘Apophis’ tema de preocupación

Lo que fue hace cinco años un asteroide más en el espacio sideral, hoy aparenta ser un tema de preocupación.

Tras nuevas revelaciones científicas sobre el asteroide Apophis, nombre dado al dios de las calamidades del antiguo Egipto, descubierto por los astrónomos Tucker, Tholen y Bernardi de la Universidad de Hawaii el 19 de junio del 2004, interrogantes han surgido que actualmente son evaluadas por expertos.

En el 2005, Jon D. Giorgini de JPL dijo que el radio telescopio de Arecibo en Puerto Rico logró tomar imágenes de infrarrojo del asteroide 99942 (Apophis) que fue detectado a 40 millones de kilómetros de la tierra y se tomaron notas de su trayectoria que se presentaba inestable y que, según Giorgini, no sería hasta el año 2029 cuando se podría fijar la trayectoria cerca de la tierra además de que ya las imágenes del fenómeno se producirían con mucha definición para ver su tamaño.

Para este entonces, la mayoría de los científicos de la NASA determinaron que no había peligro alguno de que el asteroide impactara la tierra.

Ahora las versiones sobre si el asteroide impactará a la tierra empiezan a dividirse, desde que los científicos rusos entraron a hacer sus propias conclusiones sobre el regreso del asteroide en abril 13 de 2036.

Luego de que ellos vivieron en carne propia el impacto de un meteoro con la fuerza de una bomba atómica que cayó en febrero 15 del 2013 en las montañas de Ural, dejando cerca de 1,200 personas heridas y más aún de percatarse de que no hubo radar que pudiera dar el alerta por parte de la NASA y preparase, desde entonces los rusos iniciaron sus propios programas e incrementaron los radares antiasteroides, pero siempre se mantienen en colaboración internacional en el estudio de peligrosos asteroides y cometas.

Esta semana entrevistamos a Humberto Campins, profesor y experto en asteroides y cometas de la Universidad de la Florida Central y la primera palabra que dominó la conversación sobre los peligros del asteroide Apophis fue el “KEYHOLE”, según Campins es una ventana en el espacio sideral por donde no debe pasar el asteroide Apophis durante su aparición en el 2029, porque de ser así, con mucha seguridad impactaría a la tierra en el 2036.

“Reciente hemos recibido una don ación de seis millones de dólares para la investigación de asteroides en el programa de Centro Lunar y el Estudio Científico de la Superficie del Asteroide (CLASS- Center for Lunar and Asteroid Surface Science) en el cual yo participo y en donde la UCF se dedica a las investigaciones de asteroides y la exploración lunar. Para el año 2016, lanzaremos al espacio sideral la nave Osiris-Rex para que se adhiera al asteroide Bennu y pueda tomar muestras de la superficie, y al regreso a la tierra en el 2023 nos facilitará con vasta información acerca de la formación de nuestro sistema solar y como comenzó la vida en la tierra”, dijo Campis.

El mencionado KEYHOLE o la ventana en el espacio para el paso del asteroide Apophis por lo que hasta ahora se sabe es que se aleja cada vez más de la posibilidad de pasar por ese hueco y es entonces cuando el radar de Arecibo juega un papel muy importante con este y los demás asteroides, que incluye el asteroide Bennu que la nave Osiris-Rex va estudiar en el 2018. “Vuelvo aclarar que la segunda vuelta en el 2036 el asteroide Apophis no es una amenaza para la tierra y la humanidad, sí se pueden esperar pequeños meteoros como el de Rusia pero este fenómeno ocurre cada mil años y hay una colaboración a nivel mundial para monitorear cualquier asteroide que cause amenaza para la tierra”, apuntó.

El grupo de Ciencias Planetarias de la UCF invitó recientemente a Peter Brown, un experto mundial en asteroides que entran a la atmósfera de la tierra así como otros científicos que han venido a compartir sus investigaciones sobre peligrosos asteroides, y cómo podemos utilizar los radares de manera efectiva desde la tierra para apoyar los estudios que hacen las naves espaciales. “De todos los programas ya tenemos cinco estudiantes que están trabajando con la NASA, dos de ellos están haciendo un doctorado en asteroides y uno de ellos se acaba de graduar para trabajar en Lockheed Martin”, finalizó Campins.

Por otra parte Michio Kaku, profesor de física teórica espacial en la Universidad de Nueva York, aseguró en varias entrevistas periodísticas que la trayectoria del asteroide Apophis sigue siendo impredecible, y en el año 2029 millones de personas desde la tierra podrán verlo claramente sin utilizar telescopios, pero la gravedad de la tierra podría tener un efecto muy significativo y alterar la órbita y hasta llegar a pasar por el KEYHOLE e impactar a la tierra en abril 13 del 2036.

De todas maneras la agencia espacial puede iniciar un programa para desviar el curso del asteroide con la tecnología disponible pero todo depende de la rapidez con que se lance una nave para tal misión.

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