Las X-Women que ponen de cabeza a los X-Men
Mujeres camaleónicas, que adivinan la mente y provocan tormentas son las heroínas de X-Men.
He visto todas las películas de X-Men desde el 2000 y todas me parecen divertidas, entretenidas y perfectas para una tarde de domingo. La más reciente, X-Men: Days of Future Past (2014), no es la excepción.
Aunque me encantaría, esta vez no hablaré del hombre perfecto que es Hugh Jackman (alto, fuerte, sexy, bailarín, cantante, con un matrimonio estable hace casi 20 años… el sueño de yerno de mi madre), sino de los estereotipos de las mujeres mutantes de la saga.
En primer lugar tenemos a Rogue. Sus poderes atormentan a esta heroína que no puede amar porque literalmente “se chupa” a los galanes: absorbe su energía hasta dejarlos en los huesos. En el mundo real, Rogue sería la mujer que atrapa a sus presas (léase “hombres”) para consumir su energía como buena vampiresa energética y dejarlos sin dinero, sin casa y encima, avejentados. Yo diría que en muchos casos se lo merecen.
Luego tenemos a la camaleónica Mystique, que puede adoptar la forma de cualquier ser vivo e incluso su voz. Es decir que difícilmente sabemos dónde está o quién es en realidad, porque siempre está empeñada en ser alguien más. Suena una premisa muy masculina, ¿no? Ellos dicen que por eso no entienden a las féminas, porque somos cambiantes, pero yo digo que más bien no nos ponen atención.
Storm es la más temperamental de todas. Es capaz de manejar el clima a su antojo. Muchas veces he escuchado a varones quejarse de las mujeres que les causan una “tormenta” en la vida porque protestan, dicen lo que no les gusta y hasta se atreven a exigir. Mujeres que no están dispuestas a callarse y guardarse el huracán para sí mismas. Guys: si no quieren una tormenta, no sacudan las nubes.
Por último hablaremos de Jean Grey. Mentalista, telequinética, sofisticada, siempre a la sombra del profesor Xavier. Me parece que es el estereotipo soñado por los varones: guapa, disciplinada con su hombre y capaz de adivinar sus pensamientos. No lo nieguen: los hombres siempre han querido que adivinemos lo que sienten, lo que piensan, lo que necesitan de nosotras porque la mayoría son incapaces de expresarlo. Pero, ¡sorpresa! Sólo una heroína podría lograrlo. Mejor hablen porque no, no somos Grey.
Y aunque la nueva peli es muy buena para quienes gustamos del cine de superhéroes, está claro por qué la saga se llama X-Men, ¿no?