El gabinete de Peña

México es un país que supera a Brasil en algunos aspectos y vamos a hacer referencia a algunos de ellos.

Enrique Peña Nieto

Enrique Peña Nieto Crédito: Notimex

Burbujas

Hoy no vamos a hablar de fútbol. Estoy súper saturado de un campeonato que no critico pero ya me cansó. Si en este artículo sale algo relacionado con el “mundial” es una coincidencia que lamento.

Lula, ex presidente de Brasil, no se porqué, hizo una crítica pública diciendo que Brasil la estaba haciendo mejor que México y no se refería al fútbol sino a la economía y a la situación general de ambos países.

El presidente de México, Peña Nieto, que tiene la característica de no poder callarse nunca, contestó comparando lo no comparable y como resultado de ambas declaraciones se generó una situación penosa entre Brasil y México que nunca antes había existido.

México es un país que supera a Brasil en algunos aspectos y vamos a hacer referencia a algunos de ellos.

Recientemente hablábamos de los “aviadores”, que recordarán llamamos a aquellos que están en las nóminas de los políticos y que no trabajan nunca. Estoy seguro que México tiene más que Brasil.

Mientras que la presidenta de Brasil evita presentarse en público, Peña Nieto siempre lo tiene que hacer rodeado de cientos de personas invitadas, a las que supongo el gobierno les cubre los gastos para estar presentes en las reuniones del presidente. Y mientras ella se negó a inaugurar el campeonato mundial de fútbol, México en comparación tiene a un presidente que inaugura todo lo que puede, aunque sea un puentecito sobre un río seco.

Brasil fabrica aviones, mientras que el presidente de México compra aviones. Calderón compró un Boeing 787-8 para sus limitados viajes, pero como Peña Nieto pasa mucho tiempo en el aire, no podía quedarse atrás y compro un Boeign 787 Dreamliner de super lujo para su uso. Así puede viajar “dignamente” como lo está haciendo por todo el mundo, acompañado de su bella y discreta esposa.

No sé cuantas condecoraciones tenga la presidenta de Brasil pero difícilmente le gana a la cantidad de condecoraciones que Peña Nieto ha recibido como resultado de sus innumerables viajes.

Hasta aquí las comparaciones.

La estructura actual del gabinete de México no deja de ser curiosa.

Pena Nieto se ha convertido en el mejor embajador plenipotenciario que México ha tenido en su historia mientras que el Secretario de Relaciones Exteriores hace su papel a la sombra.

Osorio Chong, Secretario de Gobernación, es el Presidente de facto en las múltiples ausencias del presidente.

El Secretario de Hacienda, tiene una curiosa forma de informar, porque dice que la cosa no va bien pero que eso es buena señal porque va a ir mejor.

El Secretario de Educación dice que las nuevas leyes de educación serán aplicadas en todas partes del país, pero no logra que los maestros den clases y no está enterado, supongo, de la cantidad de “aviadores” que existen en el ramo educativo.

El gobernador del Distrito Federal sigue permitiendo las tiendas de campaña de los maestros que protestan por la nueva ley a un costado del monumento de la Revolución en la ciudad de México, con todos los problemas sanitarios del caso. En días pasados, estos han anunciado que si no se les toma en consideración, volverán a ocupar el Zócalo como ya lo hicieron durante varios meses.

Con respecto a las declaraciones que hacen los ministros, el Secretario de Gobernación ha venido informando que la violencia ha bajado con respecto al año anterior, lo que no deja de ser bueno, pero no es satisfactorio. Si en lugar de 80,000 mexicanos asesinados el año pasado, actualmente se estima que son 70,000, no puede aceptarse como buena esa cifra porque de todos modos son demasiados.

Por otro lado, Peña Nieto ha mandado muchas iniciativas al Congreso que fueron aprobadas en lo general. Pero algunas de ellas siguen en el aire por la cantidad de objeciones que ponen los representantes de los partidos a algunos artículos de las leyes secundarias, sin las cuales no operan los cambios constitucionales ya aprobados.

Poco se dice de la corrupción en las esferas políticas y sociales, agravada por la contaminación que produce el dinero del narco que, si bien se han capturado a algunos de los capos, como en el caso de Medusa, cada vez que se corta una cabeza, se han multiplicado en forma asombrosa. Aparecen capos menos importantes pero más difíciles de perseguir y controlar.

Para mejorar el futuro de México, los que gobiernan tienen que dedicarse más a sus funciones y no tanto a viajar ni hacer tantas juntas públicas (hay cuando menos un par en la televisión todos los días) sino explicar de dónde van a salir todos los recursos que a diario se ofrecen para toda clase de programas.

Lo más grave de todo es que la producción petrolera de México está bajando y como el ingreso petrolero ha venido usándose para ser gastado por el gobierno. Si esa caída continua, no van a poder cumplir las promesas de gastos que se siguen haciendo a diario.

Cuando Pena Nieto fue Gobernador del Estado de México tenía un sistema en el que informaba los avances de las promesas que había hecho al tomar posesión, lo que le gano la confianza de la ciudadanía.

Actualmente, habiendo transcurrido la cuarta parte del tiempo de su mandato, aun seguimos repartiendo promesas de todo tipo y no parece tener fin.

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