Obie: “yo era un perro obeso”

Comer compulsivamente no es sólo humano.

Obie, un perro salchicha promedio debería pesar entre 30 y 40 libras. Cuando fue rescatado de la casa de sus “amorosísimos” dueños el Dachshund de 7 años marcó 77 libras en la pesa. Obie era querido, adorado por sus dueños, una pareja de viejitos con problemas de salud que no podían resistirse ante el par de ojos marrones y llenaron la panza del perrito con comida hasta casi hacerla estallar… literalmente.

Obie fue rescatado por la científica animal Nora Vanatta quien recibió en su casa en Portland, Oregon a un cuadrúpedo lleno de amor y excesos de comida. “Es un perrito extremadamente dulce y cariñoso, es obvio que era amado y ha sido un placer trabajar con él”, expresa Vanatta. Sin embargo, como sucede con muchos padres en Estados Unidos, el amor se tradujo a recompensas con comida, todo el tiempo y sin medidas.

El simpático perrito salchicha es el reflejo de una estadística nacional preocupante: el 34.9% de los adultos y el 30.4% de los niños de preescolar de bajos recursos en Estados Unidos son obesos. El canino estaba parcialmente inhabilitado, casi no podía mover las pirras y tenía que llevar un arnés a todas partes para evitar que su panza colgara y se causara heridas.

En un año, gracias a una dieta saludable y ejercicio regular, el perrito logró bajar 48 libras y desde el segundo semestre del 2013 mantiene en un peso saludable de 29 libras. Y es que el amor por la comida no es problema sólo de los humanos, según Vanatta: “Más del 54% de las mascotas en Estado Unidos están por encima de su peso y sufren de fallas renales, problemas respiratorios y presión alta entre otras”.

Con más de 306,000 seguidores en su página de Facebook, Obie se ha convertido en una clara inspiración para humanos (y sus mascotas). Well done pups!

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