Republicanos en la Cámara votan por la eliminación de DACA
Asignan unos $700 millones para control de la frontera, pero van contra los "dreamers"
WASHINGTON — La Cámara de Representantes votó ayer a favor de terminar con el programa de Acción Diferida o DACA, ejecutado hace dos años por el presidente Barack Obama para detener las deportaciones de los jóvenes inmigrantes que llegaron al país siendo niños.
Se trata de un proyecto impulsado por el ala más conservadora de los republicanos, que impuso votar este texto como requisito para respaldar la ley de los fondos suplementarios para la crisis de inmigración infantil en la frontera sur.
Ambas medidas fueron aprobadas tras un intenso debate y negociaciones en tiempo extra antes de irse a sus vacaciones de verano por cinco semanas.
El Presidente acusó a los republicanos de apostar por una propuesta “extremista” y, apoyado por líderes latinos que acusan a los republicanos de crear un Congreso “anti-latino”, amenazó con tomar medidas unilaterales para atajar la crisis en la frontera y afirmó que vetaría las medidas aprobadas por la Cámara Baja.
“Estamos viendo posiblemente uno de los congresos más anti-hispano en generaciones”, se quejó el legislador republicano por Florida, Joe García, al señalar que los republicanos se oponen a la reforma migratoria y buscan privar a los inmigrantes de sus derechos.
García, de origen cubano, se manifestó “horrorizado” de que el senador republicano por Texas, Ted Cruz, beneficiado por una ley que ayuda a refugiados cubanos, esté liderando los ataques contra los inmigrantes.
La congresista demócrata por California, Lucille Roybal-Allard lo secundó al indicar que los republicanos están diseñando una medida “más punitiva para apaciguar a los extremistas en el Partido Republicano”.
La medida aumenta la cantidad para la frontera de $659 millones a $694 millones y, tal como exigían los conservadores del “Tea Party”, destina $35 millones a gobiernos de estados fronterizos para el despliegue de la Guardia Nacional, y otros $35 millones para reembolsar gastos ya realizados.
Además, prohíbe que Obama de alivios migratorios, como permisos de trabajo, a otros grupos de indocumentados.
La bancada republicana, azuzada por el “Tea Party”, replicó que Obama es el que ha estado “completamente ausente” de una solución a la crisis, causada, a su juicio, por la ley adoptada en 2008 contra el tráfico de personas.
El Senado, que tiene su propia versión de $2,700 millones para la frontera, reanudará su sesión el próximo martes.
Acompañados por los principales jerarcas demócratas de la Cámara Baja, los líderes latinos advirtieron de las consecuencias electorales de las posturas anti-inmigrantes.
“Quieren castigar a nuestra comunidad, y eso va a ser recibido con un castigo electoral” en noviembre próximo”, sentenció el legislador demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez.
En medio de las escaramuzas, el Departamento de Seguridad Nacional está agotando sus recursos mientras la crisis humanitaria continúa.
“Es espantoso que pese a las decenas de miles de mujeres y niños detenidos en la frontera y a los centenares que sufren en centros de detención, los republicanos no harán nada para ayudarlos, pero sí buscan privarlos de sus derechos”, dijo Andrea Mercado, copresidenta del grupo pro-reforma “We Belong Together”.