Jorge Viera, Presentador Noticias 41 – Univisión

Jorge Viera busca siempre romper el hielo con un toque de humor o una sonrisa, especialmente cuando la historia que está contando le hace un nudo en la garganta. El presentador del noticiero Noticias 41 de Univisión sabe que la calle “te hace más humano”, pero muchas veces es difícil contener las lágrimas.

“Cada día la calle te enseña algo nuevo y es muy valiosa”, dice quien como reportero viajó por el mundo para cubrir, a escondidas, la realidad cubana o para retar al difunto presidente Hugo Chávez de Venezuela. “Es ese palpitar de la gente lo que más extraño, aunque puedo sentirlo cuando presento las noticias”, dice el sucesor de Rafael Pineda.

Nacido en Puerto Rico, en una familia de padres profesionales y cuatro hijos, Viera llegó a Nueva York a los 17 años. Luego estudió Gerencia de Casinos en Fort Lauderdale College, algo que aún no se explica; para culminar en Los Ángeles buscando ser actor. Al final de tantos tumbos, que incluso lo llevaron a trabajar en el programa de Don Francisco, descubrió su pasión por el reporterismo.

Aunque ahora esté más tiempo en el estudio que en la calle, ese olfato periodístico no desaparece. “Aún hago reportajes especiales”, destaca. En su lista de futuras investigaciones están, de primero, los casos de abuso contra latinos que nunca salen a la luz.

Su noticiero es líder en la televisión hispana por el equipo de trabajo que tiene –apunta– y no porque él sea la figura principal. Pero sabe que “ese plus” suyo tiene peso propio para conectarse con la gente.

“Mi vida cambió desde que tengo mis gemelos”, acota para explicar qué lo conmueve. Recientemente, “no pude contener las lágrimas hablando con una señora que perdió sus dos hijos en un incendio”. Todo el mundo recuerda su viaje en avión con la abuela de la única niña latina que murió en la balacera de Newtown. “Hasta el capitán de la nave lloraba”.

Para apaciguar los recuerdos de estos sinsabores, Viera prepara el relanzamiento de su libro motivacional que llamará “De todo menos perfecto”, y también escribe una columna en El Diario. “Si yo llegué, cualquiera puede hacerlo” es su lema.

Sólo así puede calmar la amargura de sus casos no resueltos, como el de aquella señora que, en el caos del 11 de septiembre, le pidió ayuda para hallar a la madre de dos niños entre los escombros. “Nunca pude responderle”, dice con voz quebrada.