Rafael Cuéllar, Presidente/CEO Cuellar LLC dba ShopRite of Passaic/Clifton

Desde que tenía seis años, Rafael Cuéllar aprendió mucho más que a contar dinero en la bodega de sus padres. Este hijo de cubanos es el cerebro detrás de la transformación del supermercado ShopRite de Passaic, en Nueva Jersey.

El timón de Cuéllar (45) cambió de rumbo tras la muerte inesperada de su padre, lo que le obligó a dejar su carrera de una década en la Marina estadounidense para llevar las riendas del negocio familiar. Graduado en Economía en la Universidad Fordham y con un máster en Negocios en la Universidad de Saint Joseph’s, obviamente esa responsabilidad le quedó pequeña.

Luego de muchos años y de dos encuentros inesperados con el presidente de Wakefern –el brazo corporativo de la cooperativa ShopRite, que reúne a unos 50 dueños de supermercados–, compró el local en Passaic.

“Esta tienda perdía tres millones de dólares al año y ha sido muy difícil superarnos”, explica Cuéllar. Nueve años más tarde, unos 50,000 clientes (fijos y esporádicos) la visitan a la semana y ha logrado ganancias.

La clave de cómo Cuéllar logró el cambio está en esa experiencia como minorista en la bodega familiar. “Ya conocíamos la zona y su diversidad de culturas, así que aprovechamos la opción de suplir todas las necesidades de cada grupo étnico”. Ese enfoque se observa no sólo en la línea de productos, sino en la composición de su personal y en el servicio, indica.

Como persona y empresario, Cuéllar no descansa para educar a la comunidad y ofrecer oportunidades de estudio a jóvenes hispanos. “Debemos tener más presencia en posiciones de liderazgo en las empresas. Ese es el gran faltante en la sociedad de hoy”, opina quien forma parte de las juntas asesoras de las universidades Fordham y William Paterson.

“Un título universitario y una maestría son cada vez más necesarios para escalar posiciones y eliminar obstáculos en el mundo de los negocios”, agrega Cuéllar, que también es miembro del consejo asesor del Fondo Hispano de Becas en Nueva York.

Una vez más, el tiempo de levar anclas parece haberle llegado a este padre de una niña, que espera su segundo hijo antes de fin de año. La necesidad de expandir sus velas lo llevará a hacer un doctorado en Derecho. Mientras que en el ámbito de los negocios, planifica abrir un grupo de supermercados en el área metropolitana de Washington D.C.