Una mujer engañada por un policía encubierto, su hijo y una compensación de US$700.000

La Policía Metropolitana de Londres acordó una compensación sin precedentes para una mujer que descubrió que el padre de su hijo era un agente encubierto. Contamos su historia.

La Policía Metropolitana de Londres pagará unos US$682.000 a una mujer cuyo hijo fue engendrado por un policía encubierto, lo que ella no sabía.

El pago sin precedentes surge después de una larga batalla legal con mujeres que, dicen, fueron embaucadas para mantener relaciones con oficiales que estaban espiándolas.

La Policía Metropolitana, también conocida como Scotland Yard, indicó este viernes que “se disculpa incondicionalmente por cualquier dolor y sufrimiento”.

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Todo comenzó a mediados de los 80 cuando la Policía Metropolitana estableció su Special Demonstrators Squad (Unidad Especial contra Manifestantes) o SDS.

La unidad fue diseñada para llevar a cabo operaciones encubiertas de largo plazo con la intención de infiltrar grupos de protesta, incluidas organizaciones para los derechos de animales.

Uno de sus oficiales clave era el detective Bob Lambert, a quien se comisionó la tarea de infiltrar el Frente de Liberación Animal, en Inglaterra.

Lambert, quien utilizaba el seudónimo, Bon Robinson, formó una relación con una activista de 22 años llamada Jacqui.

En su “vida real” el agente estaba casado y tenía hijos.

En 1985 Jacqui dio a luz a un niño. El parto y nacimiento, declaró, habían sido los momentos más íntimos de su vida, que había compartido con “el hombre que amaba”, Bon Robinson.

Pensó que él también la amaba. “Bien hecho Jac”, le escribió en una nota después del nacimiento del bebé.

Pero todos esos momentos, declaró, los había “compartido con un fantasma”. Cuando el niño tenía 2 años, el padre se desvaneció.

Sin saber qué había ocurrido, Jacqui buscó durante décadas a Robinson y fue hasta 2012 cuando ella descubrió quién era.

El extraordinario pasado de Lambert quedó expuesto hace tres años cuando algunos de los antiguos activistas con quienes colaboró descubrieron que el hombre que había sido detective antiterrorista y se había convertido en académico, era el mismo individuo que había infiltrado su organización muchos años antes.

La policía de Londres se rehusó entonces a confirmar o negar que Bob Lambert era un agente de la SDS, a pesar de que él mismo lo había admitido a los periodistas.

Pero hace unos meses la fuerza tuvo que cambiar su posición.

Después de una investigación sobre las acusaciones de supuestas fechorías, indicó en marzo que las relaciones sexuales entre los agentes encubiertos de la SDS y sus blancos fueron “inapropiadas” y un “abuso total” de su posición.

“La Policía Metropolitana se disculpa incondicionalmente por cualquier dolor y sufrimiento que la relación con Bob Lambert, un agente encubierto, tuvo con esta mujer. Reconocemos el impacto que la revelación de que era un policía encubierto tuvo tanto en ella como en su hijo”.

La declaración agrega que la fuerza “nunca ha mantenido una política en la que oficiales puedan utilizar las relaciones sexuales con el propósito de vigilancia policíaca”.

La BBC pidió hablar con Lambert sobre la compensación, pero no obtuvo respuesta.

Anteriormente, sin embargo, declaró que deseaba disculparse con las mujeres con quienes había tenido relaciones y que había cometido “errores graves”.

Jacqui sí habló con la BBC. Dijo que las negativas de la Policía Metropolitana para admitir la verdad había contribuido a su dolor y a una crisis nerviosa que requirió tratamiento en una clínica.

Señaló que hubiera preferido tener “menos compensación pero más verdad”.

“El caso legal ha terminado pero para mí no hay cierre. La policía dio dinero pero no ha admitido que lo que hizo estuvo mal, no ha dado una disculpa significativa y, lo más importante, no ha dado respuestas”.

“Yo no sé si fui elegida por la policía para engañarme con una relación sexual íntima con Bob Lambert. No sé si (Lambert) recibió pago adicional por las horas extra que estuvo conmigo durante las 14 horas de trabajo de parto que pasé cuando di a luz a nuestro hijo. Me siento violada”.

La compensación de la policía de Londres forma parte de un acuerdo para que la mujer retire su demanda legal por supuesto asalto, negligencia, embaucamiento y falta de ética laboral.

La fuerza enfrenta otras demandas potenciales de mujeres que aseguran que también fueron engañadas en relaciones con agentes de la SDS.

Actualmente se están librando otras 12 demandas legales vinculadas a oficiales encubiertos.

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