Ningún maltrato en la pareja se vale
El amor no tiene nada qué ver con el castigo, el sufrimiento, la violencia o la culpa
De manera equivocada hay quienes piensan que el amor justifica los maltratos que reciben por parte de sus compañeros emocionales, sin saber que la violencia que una mujer recibe va en escalada hasta el punto que puede costarle la vida.
Estamos terminando octubre, mes de la violencia doméstica, y hay un sinnúmero de historias dolorosas de violencia contra las mujeres como la de Martha Karina Torres Jorge, de 19 años de edad, asesinada tras recibir más de 20 puñaladas por parte de Cristian Ortiz Reyes, quien era su novio y se negaba a terminar su relación, o la de María Luisa Agustín López, de 25 años, quien murió debido a los golpes que Heriberto Vásquez Espinosa le propinó tras una discusión.
Hans Olvera, académico de la Universidad Iberoamericana, explica que la violencia en el ámbito de la pareja puede ser de dos tipos que pueden presentarse de manera simultánea:
1. Activa: La cual se refiere a que existe verbalización o conductas orientadas a la agresión.
2. Pasiva: Más difícil de identificar, ya que es más sutil que la anterior y se expresa por medio de indiferencia, chantaje, amenazas o manipulación, entre otras actitudes más.
Además el especialista expone que la violencia en la pareja se manifiesta en tres niveles muy claros. El primero corresponde al físico, “se refiere a cualquier daño a nivel estructural del cuerpo, por mínima que sea la lesión en un tejido o en la morfología del mismo. Ejemplos de esto pueden ser un golpe, rasguño, empujón, cachetada, entre otros”.
“El segundo nivel es más sutil y concierne al psicológico, que consiste a cualquier atentado al ‘yo’, es decir a la autoestima de la persona y a la constitución integrativa de su personalidad. Algunos ejemplos de este tipo de agresiones son desacreditar los logros profesionales, las actividades, ejercer presión, chantaje, manipulación o control sobre la vida del otro”, explica el experto.
El especialista expone que el tercer nivel afecta el ámbito moral, en el cual las agresiones van encaminadas al desprestigio de la mujer, sean cuales sean los medios que utilice el novio o esposo para conseguirlo, así como al rol que tiene en la sociedad. Algunas expresiones de esto son cuando él pone en duda la capacidad u honorabilidad en su rol de madre, o cuestiona su eficiencia como profesionista.
Hans Olvera afirma que cualquier mujer que viva bajo esta situación puede romper el círculo de la violencia: “Para ello, el primer paso es que acepte la problemática y busque apoyo de un psicoterapeuta. Sin embargo, si recibe amenazas y/o violencia física, es necesario que además recurra al apoyo legal, ya que de otro modo no hay forma de poner freno a la situación”.
El amor nada tiene que ver con el sufrimiento, ni con las agresiones. El hecho de que una pareja decida iniciar un noviazgo o emprender un proyecto de familia, significa ante todo que la integridad de ambos está protegida y que recibirán en ese espacio emocional, el cariño y la seguridad que anhelan.
Más información: National Domestic Violence Hotline: 1-800-799-7233
Colaboración de Fundación Teletón México
“La resiliencia te ayuda a crecer en la adversidad”
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